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Las cartas del Abuelo Pascasio: El gran traidor en la catedral de Etchemiadzin

Las cartas del Abuelo Pascasio: El gran traidor en la catedral de Etchemiadzin

Por Manuel Suárez Suárez
martes 28 de junio de 2016, 13:17h

Muy querida nieta Cristina:

Te quiero contar algunos detalles de la visita del Papa Francisco a Armenia que creo te interesarán. No te sorprenderás porque vos conocés mejor que yo a los empresarios truchos que integran el régimen macricida dirigido por don Mauricio. En el “Banco de la Nación Argentina” está al mando un indigno heredero del muy sufrido pueblo armenio. La desfachatez de los máximos representantes gubernamentales alcanza límites insospechados al asentarse en votantes pichicateados con peligrosos globos amarillos.

La historia se escribe cada día. Dentro de unos años quedará fijado que no hubo peor gabinete ministerial que el actual. La base destructiva está en un Cuarteto Coimero que une en hermandad vende-patria a descendientes de Armenia, Calabria, Cataluña y el País Vasco. Lo que debería ser un mosaico de integración solidaria es una asociación de empresarios que se chamuyaron a ciudadanos que se sentían amenazados por el exceso de consumo de carne vacuna y vino mendocino.

Creo que el apellido del presidente del Banco Nación es Malandrosian, si mal no recuerdo porque mi memoria perdió mucho. Este elemento ocupa un alto cargo público en el que tiene gran responsabilidad sobre fondos públicos. Semeja ser escasamente fiable que un procesado por pagar deudas privadas con dinero público [los megacanjes] sea el indicado para administrar en beneficio del país. A su vez también aumentó su negro currículo al actuar contra su propio país en el triste episodio de los fondos buitre.

Desde acá arriba tenemos la gran ventaja de que sin movernos del asiento y con el mate en la mano recorremos el mundo para detectar los movimientos de aquellos que atacan el patrimonio de la República Argentina. Sabedores de que Malandrosian viajaba a la República de Armenia para ir de lorito en la visita del honorable Papa Francisco, centramos la atención en sus movimientos por la ciudad de Vagharshapat. Allí se encuentra la catedral de Etchmiadzin, sede del “Catholicós”. Querían que lo vieran entregando limosnas en billetes de 100 dólares en compañía del obispo Boghossian.

Hay quien dice que Malandrosian es hombre al que le duele el “Metz Yegérn” y que pide perdón en la calle Charcas por sus pecados de traición al país que le abrió las puertas a su familia. Otros dicen que viajó para intentar abrir una oficina en Buenos Aires del Banco Central Armenio. Lo considera muy necesario para que la diáspora de Argentina y Uruguay pueda convertir sus pesos en Armenian Dram (AMD) que ayuden al resurgimiento de los nobles hijos del monte Ararat. Otros comentan que fue para importar los sabrosos albaricoques que son poco conocidos en el Río de la Plata.

Me despido. Hoy en homenaje al Papa Francisco tenemos una sesión musical especial para escuchar una grabación del maestro del duduk, Djivan Gasparian. Queremos acercarnos a los hermosos montes armenios con el emocionante sonido de una especie de oboe que es uno de los instrumentos de viento de doble caña o lengüeta más antiguos del mundo. Recibí el cariño del viejo emigrante que oía música étnica cuando el viento balanceaba nuestros carballos de la aldea de Mazaeda.

PASCASIO FERNÁNDEZ GÓMEZ

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