UNEN: ni Estado ineficiente, ni Estado ausente.
viernes 09 de mayo de 2014, 16:57h
Sin perjuicio de la inevitable simplificación que impone el
medio, siento la necesidad de decirles algo.
No se trata, por supuesto, de desconocer la importancia del
mercado o el sector privado en la organizacion de la actividad productiva. Pero
tampoco la del Estado. Si el funcionamiento de la economia dependiera solo de
las decisiones privadas, se podrían producir problemas serios, no solo desde el
punto de vista social, sino económico.
Desde luego, la intervención del Estado que reivindicamos es
muy diferente a la del oficialismo. El Estado, claro, debe vigorizar y
estimular el mercado, pero,al mismo tiempo, debe evitar que la economía se
desvincule de lo social. Es bueno que la
economía crezca, pero ese crecimiento debe beneficiar a todos. El crecimiento
de la economía no necesariamente se traduce en disminución de la pobreza o
mayores niveles de justicia social. La historia demuestra que el crecimiento de
la riqueza, incluso el muy alto (recuerden la revolución industrial) puede
simultáneamente generar pobreza.
La iniciativa privada es importante, pero no es ni económica
ni socialmente infalible.Y el problema es que el error del mercado o privado, a
pesar de lo que contra toda evidencia dicen algunos, no lo paga sólo el
equivocado. Como ocurre con el error publico, suele pagarlo toda la sociedad.
Por esa razón (entre otras) la propia sociedad, a través del Estado, tiene
derecho a participar en las cuestiones vinculadas a la organización de la
actividad productiva. No se pueden reducir a casi nada las funciones económico
sociales del Estado. Eso ocurrió en los 90 y fue muy malo para el pais.
Desde luego, no se trata de intervenir de cualquier manera.
Hay que hacerlo de de forma inteligente, virtuosa económica y socialmente, sin
prepotencias, en el marco del Estado de Derecho y en nombre del interés
general. De esto se olvidó el oficialismo, y una intervención que contradiga
estos criterios es igual, incluso peor, que el retiro del Estado.
Por eso digo que el desafío que tenemos como FAU es evitar
que ocurra dos cosas que no serian buenas para el país: "más de lo
mismo" (un triunfo oficialista) y "volver atrás" (un triunfo del
Frente Renovador o del PRO).