La causa de Argentina contra los fondos buitre desata internas en Francia, Estados Unidos y el FMI
domingo 28 de julio de 2013, 16:01h
Francia, Estados Unidos y el FMI sacaron a relucir internas en su
posición política contra los fondos buitre, en una serie de movimientos que
exaltaron el temor por que se desate un caos en las finanzas mundiales si se
confirma un fallo contra la Argentina.
Culminó una semana muy caliente en la historia de las
finanzas mundiales, que agregó a Europa como protagonista clave en la saga del
"juicio del siglo": Francia intercedió ante la Corte Suprema de los
EEUU respaldando la posición argentina de que se revise el fallo que resultó
favorable de los fondos buitre.
Fue tan inédita la iniciativa de cruzar el charco de
jurisdicción como lo serían las implicancias de dicho fallo, que harían
tambalear el éxito de futuras reestructuraciones de deuda, y hasta el uso de
Nueva York como mercado líder financiero internacional, según justificaron en el
escrito de 26 páginas, enviado a la CS.
Por otro lado, se hizo pública la realización una reunión
informal de los directores del FMI, tras la cual la titular del organismo,
Christine Lagarde, decidió dar marcha atrás con su intención de enviar un apoyo
al país ante la CS "siguiendo la decisión de las autoridades de Estados
Unidos de no apoyar la presentación en esta etapa", según admitieron los
voceros del FMI.
El sorpresivo cambio de timón de EEUU, miembro mayoritario
del FMI, dejó en una posición incómoda a Lagarde, que había estado la semana
pasada en el G20 en Moscú, con los ministros de Economía, entre ellos el del
Tesoro de EEUU, Jack Lew, y de la Argentina, Hernán Lorenzino, y confirmó allí
en una conferencia de prensa su intención de enviar el escrito que respaldaba
la posición local por las "implicancias negativas" a nivel mundial.
El director brasileño y representante de 10 países ante el
FMI, Paulo Nogueria Batista, reveló su "sorpresa" e inconformidad
ante el "abrupto cambio de actitud de Estados Unidos", en una
entrevista concedida a Télam.
Y pese a que primero aseguró que "el FMI daña su
reputación si se deja influenciar por una sola posición, de EEUU, ya que se
trata de un organismo multilateral", justificó en parte a Lagarde en una
charla posterior: "¿podría Lagarde enviar un escrito ante la CS Suprema de
un país miembro, cuando ese país indicó que no lo haría en esta etapa?",
dijo.
Según reconstruyó Télam, esa reunión, realizada en el
despacho de Lagarde, dejó con la boca abierta a los directores representantes
de los BRIC y de la Unión Europea, que eran alentados por la silla de Estados
Unidos a presentar el escrito.
"Estados Unidos no iba a presentar por iniciativa
propia a la Corte Suprema un escrito -(según se conoció públicamente la semana
pasada)-, pero alentaba aquí adentro una discusión", agregó Batista.
Pese a la nueva situación, no invalida la posición pública
que ya hizo los EEUU en primera y segunda instancia judicial, ni tampoco la
posición de Lagarde y su equipo en contra del accionar de los fondos buitre y
de las implicancias negativas del fallo de Griesa a nivel sistémico, que fue
pública, en abril último, tras una discusión del documento en el directorio.
El Gobierno de Obama fue claro que considera que el fallo
dañará las relaciones económicas internacionales de EEUU, alterará la confianza
en el mercado neoyorquino como plaza mundial y afectará futuras
reestructuraciones de deuda.
También el departamento de Justicia indicó la semana pasada
que no se descarta una intervención posterior; eso podría darse si la CS
solicita la opinión de EEUU.
En los hechos, EEUU nunca se anticipó a los pasos
judiciales: giró a la justicia neoyorquina y a la CS varios "amicus"
con posición favorable a la Argentina cada vez que los solicitaron los
tribunales, en las distintas batallas de los últimos 10 años tras el default, y
no por iniciativa propia.
En el medio, hubo mucho ruido y un tremendo por lobby desde
los fondos buitre al gobierno de Obama, legisladores y FMI, que alertaban sobre
un "pérdida de neutralidad del FMI".
Sin embargo, Francois Hollande decidió marcar la cancha ante
la CS de EEUU, por ser "participante activo" en la comunidad
financiera, como "miembro del Club de París" y como "experto en
reestructuraciones soberanas", según justificó, y reveló por primera vez
su posición en contra del fallo de Griesa:
-Sostiene que la interpretación de que Argentina violó el
pari passu (tratamiento igualitario a los acreedores) "se basa en una
comprensión errónea del significado de las cláusulas pari passu y contradice la
corriente principal bien establecida en la comprensión del mercado que las
cláusulas pari passu que todos los pagos se realizarán por un prestatario en
forma proporcional con otros no subordinadas del prestatario".
-Que el fallo es una "amenaza internacional a la
estabilidad financiera" y que tendrá "un efecto perjudicial en el
deudor entre prestamistas como Francia", y en "la viabilidad de una
resolución negociada a una crisis de la deuda".
-Que el mismo "conducirá inevitablemente a un aumento
en el número de holdouts y, específicamente, los "fondos buitre" que
tratarán de aprovechar la decisión del Tribunal de Apelaciones en futuras
reestructuraciones", alertó, entre otras afirmaciones.
Por último, se conoció el fin se semana que la CS de EEUU
recibió más respaldos al pedido de apelación argentino, de los bonistas del
canje, entre otros, del fondo Fintech y del Exchange Bondoholders Group
liderado por Gramercy, terceros afectados en esta disputa, como lo hicieron en
segunda instancia.