Saludos al término de la misa
Francisco le regaló a Cristina zapatitos y medias blancas para su nieto
domingo 28 de julio de 2013, 14:13h
Tras la misa que clausuró la Jornada Mundial de la Juventud
2013 en la playa de Copacabana, ante 3 millones de fieles de todo el mundo, la
jefa de Estado, Cristina Fernández de Kirchner, concurrió a saludar al papa
Francisco, quien le entregó un regalo para su nieto y le bendijo unos rosarios.
Dilma y Evo también estuvieron en la misa.
Antes de dirigirse al aeropuerto de Galeao a las 13 para
emprender el regreso a Buenos Aires, la presidenta Cristina Fernández de
Kirchner dijo "miren lo que me regaló el papa Francisco para Néstor
Iván" y mostró un par de zapatitos y medias blancos que le entregó el Sumo
Pontífice, a quien saludó al término de la misa que clausuró la Jornada Mundial
de la Juventud 2013.
"Y me bendijo unos rosarios", añadió Cristina a la
prensa, luego de recibir el obsequio para su nieto Néstor Iván de manos de
Francisco.
Al término de la celebración de la multitudinaria misa, el
papa Francisco se dirigió al salón de los Presidentes, donde saludará a las
autoridades presentes, entre las cuales se encuentra la jefa de Estado Cristina
Fernández de Kirchner y la comitiva oficial que la acompañó a participar de la
misa de cierre de las XXVIII Jornadas Mundiales de la Juventud.
Sobre el final del oficio religioso, había sido anunciada la
sede de las próximas Jornadas Mundiales de la Juventud XXIX, que será Cracovia,
en Polonia.
Ante 3 millones de jóvenes y presidentes de la región, el
papa Francisco presidió desde las 10.05 la misa de cierre de la Jornada Mundial
de la Juventud (JMJ) en la playa de Copacabana, en el último día de su visita a
Brasil. Participan la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner; y suspares de
Brasil y Bolivia, Dilma Rousseff y Evo Morales.
Previamente, Francisco recibió una fervorosa bienvenida a
orillas del mar, al recorrer en "papamóvil" la avenida Atlántica,
donde besó niños y bebés, tomó mate y agarró al voleo banderas y otros objetos
que los jóvenes iban arrojando a su paso.
Antes de concurrir a la ceremonia religiosa que desde las 10
encabeza el Papa Francisco y que marcará el cierre de la Jornada Mundial de la
Juventud que se celebra desde el lunes en Río de Janeiro, la Mandataria había
ido con la delegación oficial al hotel Windor Atlántica para reunirse con sus
pares de Brasil y Bolivia.
Hoy por la mañana, la Presidenta se trasladaba cerca de dos
kilómetros hasta el hotel que se encuentra a metros del escenario principal del
evento para encontrarse con los mandatarios de los otros países sudamericanos,
y desde allí concurrir todos juntos hasta la celebración que se realizará en
las playas de Copacabana.
La jefa de Estado llegó a la ciudad carioca ayer pasadas las
22 acompañada por el intendente de Lomas de Zamora y primer candidato a
diputado por la provincia de Buenos Aires, Martín Insaurralde, el canciller
Héctor Timerman y ministros y secretarios de Estado del Poder Ejecutivo, con
quienes se trasladó hasta el hotel donde fue recibida por el embajador Luis
María Kreckler.
En Brasil ya se encontraba el secretario de Culto, Guillermo
Olivieri, y con la Presidenta de la Nación viajaron desde Buenos Aires el
canciller Héctor Timerman y los secretarios Legal y Técnico, Carlos Zannini, y
de Comunicación Pública, Alfredo Sccoccimarro, y la ex defensora de la Ciudad
de Buenos Aires Alicia Oliveira.
Además, integran la delegación el padre Francisco de la Isla
Maciel, el padre Fernando de González Catán, La Matanza y el padre Ignacio de
Quilmes.
Al cierre de la celebración habrá un discurso del cardenal
Rylko Angelus Papal, y en la playa de Copacabana será efectuado el anuncio de
la sede de la JMJ XXIX.
A las 12:10 está previsto el saludo de Su Santidad el papa
Francisco a las autoridades presentes en el salón de los Presidentes, y luego a
las 13 la jefa de Estado parte de regreso a Buenos Aires desde la base aérea
militar de Galeao, en Río de Janeiro.