Secretario de Energía
Cameron cuestionó a quienes promueven la dolarización
lunes 15 de julio de 2013, 23:56h
"Siguen promoviendo la dolarización de la energía
cuando se demostró que estaban equivocados"
El secretario de Energía, Daniel Cameron, cuestionó al
diario La Nación
y a las declaraciones de ex funcionarios del área a los que acusó de promover "la
dolarización" de las tarifas de energía, "cuando a todas luces quedó
demostrado que estaban equivocados".
El funcionario, a través de un comunicado de prensa, salió
así al cruce de un artículo publicado en el diario La Nación, titulado "Una
crisis que no se quiso ver: Falta energía, sobraron advertencias", en la
que se hace referencia a supuestas notas con pronósticos y propuestas que
asesores y exfuncionarios de la
Secretaría de Energía habrían elevado a las autoridades entre
2003 y 2006.
"Como dijo el ministro (de Planificación) Julio de Vido, los
resultados del modelo que inició Néstor Kirchner demostraron que nosotros
teníamos razón y que quienes sólo se preocupaban por las tarifas dolarizadas,
como muchos exsecretarios de energía fracasados, perdieron la batalla contra la
realidad", sostuvo Cameron.
"Si se volvió a recurrir a la importación de gas fue por el
gran crecimiento de la demanda, producto de una economía que se duplicó en este
período, generando más de 5 millones de puestos de trabajo", señaló el
funcionario, quien recordó que "en otros momentos dejó de importarse gas no por
nuevos descubrimientos sino porque la industria se fundía y no lo necesitaba".
"Es un absurdo y no merece mayores comentarios,
cualquier recomendación que hubiera propiciado una dolarización de los
hidrocarburos y por ende de la energía, ya que avanzar sobre ello, no sólo hubiera
profundizado la implosión social que se produjo en nuestra sociedad, sino que
además no hubiéramos podido superar la terrible crisis en que estaba inmerso el
país, hechos sobre los cuales no tuvimos responsabilidad alguna", dijo
Cameron.
El funcionario recordó que "en 2003 más del 54 por
ciento de la población se encontraba por debajo del nivel de pobreza, el 27 por
ciento en la indigencia y la desocupación era superior al 25 por ciento. Es
decir, el país estaba prácticamente en disolución social, y como si esto fuera
poco se encontraba en default, con un producto bruto que había caído en los
últimos tres años (de 1998 a
2001), un 18 por ciento".
A lo que agregó que "desde el 2003 en nuestro país las
decisiones las toman quienes son elegidos para gobernar, en función de los
intereses de la mayoría, más allá de la opinión que tenga cualquier
asesor".