YPF en manos del Estado Nacional proyecta un nuevo escenario nacional
lunes 16 de abril de 2012, 22:01h
La
Argentina posee una gran extensión territorial, con una gran riqueza en
recursos naturales. En sus 3.761.274 kilómetros cuadrados la nación dispone de
cultivos, industrias, minería, bellezas naturales que son atractivos turísticos
y también una extraordinaria reserva hidrocarburífera.
Desde
la década del 90 cuando se dispuso privatizar la explotación del petróleo de la
empresa nacional YPF, nadie avizoraba un crecimiento de la demanda agregada y
del Producto Bruto como la que tuvo Argentina, es particular desde el 2005 en
adelante, con tasas de crecimiento no menores al 8% anual.
Este
crecimiento, producto de un modelo económico, político y social basado en la
inclusión y la distribución del ingreso, liderado por Néstor y Cristina
Kirchner, permitió producir una transformación sustancial en el tejido social y
zanjar la histórica brecha que separaba a los diferentes sectores sociales en
el acceso al consumo, los servicios y el empleo.
El
sostenimiento de ese crecimiento, solo comparable con países como China o
India, amerita profundizar un conjunto de políticas públicas para asegurar que
dicho modelo inclusivo no se fracture y preserve las garantías de acceso a sus
beneficios a los ciudadanos, en especial a los de sectores más vulnerables e
históricamente postergados.
Los
commodities (en inglés, Mercancías) se identifican como productos cuyo valor
viene dado por el derecho del propietario a comerciar con ellos, no por el
derecho a usarlos, nos dice Wikipedia. Definición oportuna si las hay.
El
petróleo analizado como una mercancía o producto comercializable tiene un
destino y una rentabilidad solo medible desde la lógica de las empresas
trasnacionales. Otro cantar es medir este recurso y su impacto en la economía
como un recurso estratégico, es decir, fundamental para el uso y consumo en un
país y su pueblo y aún más, en su aplicación en el desarrollo de una economía
puesta al servicio de las mayorías, con fuerte presencia del estado como
garante.
La
decisión de recuperar la soberanía del recurso hidrocarburífero argentino es un
paso clave en la profundización de las políticas que el pueblo argentino votó
mayoritariamente en Octubre del año pasado, en la figura de la presidenta
Cristina Kirchner y Amado Boudou.
A
partir de ahora, YPF en manos del Estado Nacional, proyecta un nuevo escenario
nacional. Desde lo político, social, económico y, fundamentalmente, en la
visión de la consolidación de una política energética que prioriza el
desarrollo y el crecimiento del conjunto de las variables que impactan en la
mejora de la calidad de vida de los 40 millones de argentinos.
Javier Tineo
Diputado Nacional por el Frente para la Victoria