Una colaboración entre el Equipo de Atapuerca y el Instituto Max Planck
de Antropología Evolutiva ha permitido secuenciar, con nuevas técnicas,
el genoma mitocondrial casi completo de un resto humano (el Fémur XIII)
de la Sima de los Huesos de Atapuerca (Burgos), datado en unos 400.000
años, lo que lo ubica en el Pleistoceno Medio.
Un
proyecto iniciado hace unas semanas en el valle burgalés de Juarros, próximo a
Atapuerca, pretende recuperar la extinta raza tarpán, que aparece pintada por
los homínidos en cuevas como Altamira, con ejemplares muy próximos
genéticamente.
Las visitas a los yacimientos y al Parque Arqueológico de Atapuerca, en
la provincia de Burgos, han aumentado durante los últimos meses de
agosto, septiembre y octubre en un 15 por ciento.