Mis estudios de “Preparatorios de Abogacía” en Montevideo los cursé en el IAVA (Instituto Alfredo Vázquez Acevedo) y tuve la suerte de que mi profesora de Literatura fuese la gran poeta uruguaya Idea Vilariño.
Su ascendencia gallega nos la indica su apellido paterno ya que sus raíces están en el municipio coruñés de Ponteceso. La profesora Vilariño es sin duda quien más profundizó en el estudio de la literatura tanguera y sus eruditas investigaciones son imprescindibles para cualquier análisis que se quiera realizar. Lo primero que nos dice doña Idea sobre las letras de tango es que ningún autor se atrevió nunca a escribir los textos de las canciones según se pronunciaba en la orilla rioplatense de Buenos Aires y Montevideo. Es cierto que los precursores incluían lunfardismos en sus creaciones pero nunca llegaron a sustituir las “elles” por las “yes”.
Mi recordada profesora destaca en sus escritos los importantísimos aportes de Pascual Contursi y Carlos Gardel (Carlos Escayola Oliva). Es el pionero “Zorzal de Tacuarembó” quien otorga la partida de nacimiento al tango-canción al interpretar una letra argumentada de Contursi que es la introductora en el tango, a partir de 1917, de una temática que será su seña de identidad. Los autores posteriores escribirán variantes sobre el tema universal del amor que nos presenta Contursi en sus tres famosos tangos fundacionales que son Mi noche triste, De vuelta al bulín y Flor de fango. Doña Idea escribe que cuando Gardel canta los versos de Contursi, sin saberlo, está haciendo de codificador porque su genialidad artística establece la fijación de unas normas que luego se seguirán por todos y todas para cantar un tango.
Contursi es un poeta y aunque después vendrán otros de más calidad literaria, o más originales o más profundos o más ricos, nos hemos detenido en él por lo que significó, por lo que hizo posible como punto de partida para Gardel y para la literatura tangüística, por estar en el origen de un clima, de un estado de ánimo, de un lenguaje, de una temática, de una actitud que fueron esenciales, que se consustanciaron con el tango. Idea Vilariño
Para Idea Vilariño si atendemos al propósito del tema, tenemos tres formas de expresión literaria en el tango: a) la lírica, expresa un estado de ánimo o un sentimiento; b) la narrativa, desenvuelve una historia en la que se manifiesta una experiencia propia o ajena; la dramática, relata una situación de drama con personajes, lugares y hechos. En el tango hay cinco grandes temas: 1) el amor; 2) la madre; 3) el paso del tiempo; 4) el tango; 5) el alcohol. Pero se debe de distinguir entre temas y motivos. El tema es una unidad de interés (un personaje, un acontecimiento, una conducta) que puede enfocarse de distintas maneras. El motivo es una situación o un hecho o encadenamiento de hechos que se repiten sin que ello modifique la estructura fundamental.
El tango canta, así, los lugares de vida, de diversión, del recuerdo ---el barrio, una calle, las “lucecitas de mi puebl”, la “casita de mis viejos”, el cabaret, el café, el circo, Buenos Aires, puerto nuevo, el conventillo, el cuartito azul, la garçonnière, la calesita---; los tipos humanos y los oficios ---la madre, el zapatero remendón, el taximetrista, el ladrón, el malevo, la linda del barrio, la solterona, la fea, la enferma, la novia, la muchachita que dio aquel mal paso, la prostituta, la mujer fatal, el bailarín profesional, el linyera, el cuarteador, el italiano---; los cantores ---payadores, milongueros, cantores de tango, Gardel, las serenatas---; los juegos y los deportes ---los naipes, las carreras, la quiniela, el fútbol---; y el duelo criollo, el propio tango, el carnaval, el organito, el cigarrillo, la barra de la esquina, la infancia, Yrigoyen, la crisis, las copas, la cárcel, el hospital, el paso de los años, la muerte, la vejez. Dios. Y qué no. Idea Vilariño
_Manuel Suárez Suárez