EEUU afirma que no reemplazará subsidio de petróleo al Caribe

El viceasesor de Seguridad Nacional Ben Rhodes dijo que EEUU podrá brindar algunos "recursos" a los 17 países que se verían afectados por la desaparición del programa, conocido como Petrocaribe, el cual comenzó bajo el mandato del difunto presidente Hugo Chávez. Pero brindar petróleo es poco probable, lo cual obligaría a los países que están recibiendo el petróleo subsidiado de Venezuela a buscar sus suministros a los precios del mercado mundial.

"Ellos se han beneficiado sustancialmente de Petrocaribe", dijo Rhodes. "Nosotros no vamos a poder sustituirles simplemente el petróleo venezolano con petróleo estadounidense. Pero lo que sí estamos estudiando es cuál es su seguridad energética".

Las declaraciones de Rhodes acerca de Venezuela fueron parte de una conversación más amplia sobre seguridad en la cual Rhodes dijo que los pomposos comentarios del aspirante a la candidatura presidencial Donald Trump sobre los musulmanes estaban dando la ventaja al Estado Islámico.

"Eso tuvo un efecto devastador sobre nuestros esfuerzos para contrarrestar la narrativa de ISIL", dijo Rhodes, quien alegó que semejantes comentarios ayudan a los esfuerzos de reclutamiento del Estado Islámico al dar validez a su alegación de que Occidente está en guerra con el Islam.

La oposición política de Venezuela ganó una supermayoría en la Asamblea Nacional en las votaciones del domingo, su primera victoria electoral desde que Chávez subiera al poder hace 17 años. El abrumador margen de la victoria – 112 de los 167 escaños de la legislatura – dará a la oposición gran pder para derogar las decisiones del actual presidente Nicolás Maduro, sucesor designado de Chávez y frecuente crítico de Estados Unidos.

No está claro, sin embargo, si la oposición eliminará el programa. Los líderes de la oposición lo han criticado durante mucho tiempo, el cual se estima que ha costado a Venezuela reducciones en sus ingresos por concepto de petróleo de $50,000 millones durante la última década. El año pasado, el país recortó los envíos de petróleo a las naciones de Petrocaribe a la mitad, 200,000 barriles al día de los 400,000 enviados en el 2012, de acuerdo con un análisis de Barclays Bank.

El banco británico de inversiones dijo que los recortes en envíos de petróleo redujeron el pronostico de déficit del banco para Venezuela a $22,600 millones, en lugar de los más de $30,000 millones pronosticados para el 2015.

Pero el programa ha ganado a Venezuela una amplia influencia política en la región. Durante una reunión del mes pasado de la Organización de Estados Americanos, el programa fue elogiado por los embajadores de El Salvador, Guyana, y Saint Kitts y Nevis.

Funcionarios federales estadounidenses han estado estudiando durante mucho tiempo maneras de contrarrestar esa influencia. Meses atrás, el presidente Barack Obama develó en una cumbre caribeña una nueva asociación de energía limpia que ayudaría a diversificar los recursos energéticos y aminorar la dependencia de la región en el petróleo venezolano.

Rhodes dijo que el programa estadounidense ya había tenido éxito. El mismo consiste en brindar asesoría experta, estudiar la capacidad de refinamiento y los planes de futuro energético de los países. Fue un modo de asegurar que esos países no fueran excesivamente dependientes de ninguna fuente particular de energía. Dijo que la administración estaba teniendo conversaciones similares con países centroamericanos.

"Esto no está dirigido en contra de Petrocaribe, sino que se enfoca en asegurar que haya suficiente seguridad energética en el Caribe", dijo Rhodes.

Rhodes afirmó que era bueno que Maduro aceptara el resultado de la elección, y que la administración de Obama quería mejorar las relaciones con el gobierno venezolano.

El dijo que Estados Unidos animaría al diálogo entre la rama ejecutiva socialista y la asamblea encabezada por la oposición, y que a funcionarios federales estadounidenses les gustaría ver a ambas partes colaborar para ocuparse de las dificultades económicas de Venezuela, las cuales incluyen la mayor tasa de inflación del mundo y una escasez de consumo generalizada.

"No queremos ver medida alguna que limite la capacidad de seguir adelante del proceso democrático", dijo.