Unidos para hacer un gran país
martes 18 de noviembre de 2014, 18:35h
Ayer en
San Fernando, los radicales del país elegimos un rumbo. Asumimos nuestra
obligación como primer partido de la oposición, la obligación de construir una
alternativa de poder frente al gobierno actual.
Tomamos
cinco decisiones. Primero, fortalecer UNEN porque estamos convencidos que sin
UNEN, en Argentina no hay un cambio real, profundo y hacia adelante. UNEN será
una pieza fundamental de la Argentina que viene y el radicalismo es la columna
vertebral de ese espacio de cambio.
Segundo,
convenimos que cualquier fórmula presidencial que conformemos, va a estar encabezada
por un radical. Somos el partido más grande de la oposición, son centenares de
radicales los que gobiernan pueblos, ciudades y dos provincias, y sesenta de
nosotros somos el mayor bloque opositor en el Congreso.
En
tercer lugar, creemos que la realidad de cada provincia requiere una mirada
propia, y sobre todo, merece que el radicalismo de cada provincia encuentre la
manera de ofrecer una alternativa real a sus coprovincianos. Ganarles a señores
feudales que gobiernan con impunidad y autoritarismo hace veinte o treinta
años, demanda esfuerzo, coraje, ingenio y decisiones que contarán con el apoyo
del radicalismo de todo el país.
Por
otra parte, decidimos liderar la negociación de un acuerdo de gobernabilidad
con otros partidos de la oposición, porque estamos convencidos que la Argentina
próxima precisa el esfuerzo de cada uno de nosotros y el compromiso de todos. Y
en este sentido no permitiremos que la vanidad o el prejuicio nos condenen a
otra versión del populismo.
Finalmente,
acordamos que estos temas y otras ideas y propuestas que puedan surgir las
vamos a discutir en la Convención del partido, porque somos democráticos, y
estamos convencidos de que escuchándonos entre todos y en las disidencias, nos
vigorizamos.
Ayer
reafirmamos algo que venimos diciendo hace rato: además de ganar en las urnas,
la nueva mayoría tiene que poder sostener a un gobierno. Eso exige coherencia
programática. Señalar un camino, compartir unos objetivos y comprometernos en
las principales medidas de gobierno. Y por otro lado, poder conciliar, si es
que ello es posible, las diferencias ideológicas que inevitablemente se darán
dentro de esa mayoría ampliada.
Estamos
muy orgullosos con la reunión de ayer, no hubo lugar para tremendismos,
vedetismos ni nada por el estilo. Lo de ayer, fue propio de un partido grande,
que se escucha, debate y acuerda, que se fortalece hacia adentro y se proyecta
hacia afuera.
Dimos
un paso en este sentido, y ahora volvemos full time, de lunes a lunes, a hacer
lo que corresponde: representar las ganas de cambio y liderar la marcha al
progreso.
Necesitamos
que acompañen estas decisiones ahora y después, los radicales, y los que no lo
son, pero buscan un cambio urgente. Sólo con la gente creyendo en ellos mismos
y acompañando a fondo va a ser posible tener un gran país en poco tiempo.