¿Le harán caso?
El Papa Francisco convocó a las dos coreas a buscar paz y reconciliación
jueves 14 de agosto de 2014, 16:04h
El pontífice dijo que ambos países deben "buscar la
paz" y "derribar los muros de la desconfianza". Fue durante una
ceremonia en el palacio presidencial de Seúl, donde llegó para una visita de
cinco días a la nación del Sur.
"La paz requiere amor y respeto mutuo", dijo
Francisco en inglés en su comparecencia conjunta con la presidenta surcoreana,
Park Geun-hyea, al tiempo que destacó el papel de la diplomacia para fomentar
el diálogo por encima de "recriminaciones mutuas, críticas y
demostraciones de fuerza inútiles".
Poco antes del discurso del Papa, Corea del Norte lanzó al
mar misiles de corto alcance, en otra de sus habituales pruebas de cohetes.
El vocero del Vaticano, Federico Lombardi, restó importancia
al episodio, al recordar que no es una situación "excepcional",
informó la agencia de noticias EFE.
El lanzamiento se produjo en dos etapas, tres misiles fueron
disparados antes de la llegada de Francisco y otros dos poco después de su
arribo en un Airbus A330 a las 10.15.
En el pasado, Corea del Norte procedió con similares pruebas
misilísticas en respuesta a ejercicios militares conjuntos que anualmente
realizan Corea del Sur y Estados Unidos y que son considerados por Pyongyang
como los preparativos para una invasión.
En este caso, sin embargo, el lanzamiento pareció una forma
de llamar la atención en coincidencia con la llegada del papa, según analistas.
El diálogo entre Francisco y Park estuvo marcado por el
conflicto entre el Norte comunista y el Sur capitalista, países que siguen
técnicamente en guerra desde que un enfrentamiento bélico de tres años terminó
en 1953 con un armisticio pero no con un tratado de paz.
"Hay que derribar los muros de la desconfianza y del
odio promoviendo una cultura de reconciliación y solidaridad", sentenció
Francisco.
La visita del Papa incluye un encuentro con
jóvenes del continente que celebrarán la VI Jornada de la Juventud Asiática
(JJA) católica.
El sábado tendrá lugar su mayor baño de masas en la
ceremonia de beatificación de 124 mártires surcoreanos en la emblemática plaza
de Gwanghwamun de la capital, que implicará el mayor despliegue de seguridad.
El gigantesco dispositivo policial de la visita estará
condicionado por la habitual tendencia a la improvisación del Papa, que además
ha elegido para su recorrido por el país un modesto vehículo Kia sin blindaje
antibalas.
El pontífice insistió en que quería "el más
pequeño" de los coches fabricados en Corea del Sur y rechazó otros
vehículos de alta gama que podrían ser
más fácilmente blindados, informaron fuentes diplomáticas y religiosas citadas
por la agencia de noticias local Yonhap.
Desde que el año pasado asumió el papado, Francisco descartó
el uso del denominado "papamóvil", un auto completamente cerrado y
hecho a medida al que calificó como una "lata de sardinas", y utiliza
para sus traslados vehículos más sencillos.
Se espera que hasta un millón de personas se acerquen al
centro de Seúl a ver a Francisco, cuya primera visita a Corea del Sur ha
generado una fuerte expectación en un país que no recibía a un pontífice desde
Juan Pablo II, en 1989.
Corea del Sur es, después de Filipinas, el país de Asia en
el que más ha calado el catolicismo con 5,4 millones de fieles, más del 10% de
la población.
Durante el vuelo, Francisco hizo llegar un mensaje al
presidente chino, Xi Jinping, en un gesto inusual ya que Beijing y la Santa
Sede no tienen relaciones diplomáticas.
"Al ingresar al espacio aéreo chino, extiendo mis
mejores deseos a su excelencia y sus conciudadanos, e invoco las bendiciones
divinas de paz y bienestar sobre la nación", decía el mensaje enviado por
Francisco.
Si bien el protocolo del Vaticano contempla que cada vez que
el Papa sobrevuela algún país envía un mensaje de este tipo, el de hoy
sorprendió porque la última vez que un Papa quiso volar sobre China, en 1989,
Beijing se lo prohibió