La jueza con un arduo trabajo
Dos víctimas del franquismo declararon ante Servini de Cubría en España
jueves 29 de mayo de 2014, 16:17h
Faustina Romeral, de 90 años, y Teresa Alvarez, de 93,
ofrecieron su testimonio ante la jueza argentina y al magistrado español
Fernando Andreu y se convirtieron en las primeras víctimas del franquismo que
declaran ante la Justicia de ese país.
"Es el día más feliz de mi vida. La justicia está más
cerca, lo malo es que los que nos hicieron tanto daño no están vivos",
aseguró una de las víctimas, Teresa Álvarez, de 93 años, tras prestar su
testimonio en la Audiencia Nacional.
Un juez de este tribunal español, Fernando Andreu, estuvo a
cargo de los interrogatorios, que se producen en el marco de la investigación
abierta por la jueza Servini en Argentina por crímenes de lesa humanidad y/o
genocidio cometidos en España durante la guerra civil (1936-1939) y la
posterior dictadura franquista, incluido un período de dos años que supera la
fecha de la muerte del dictador en 1975.
La jueza argentina se encuentra desde hace días en España
junto al fiscal del caso, Ramiro González, tomando declaración a víctimas y
testigos de los hechos que investiga que -por su avanzada edad o problemas de
salud- no han podido viajar a Argentina.
Tras su paso por el País Vasco y Andalucía, la magistrada se
dirigió a Madrid, donde escuchó el testimonio de Teresa Álvarez y Faustina
Romeral; y luego acudió al archivo Nacional en busca de documentación.
"Estoy satisfecha", afirmó Servini al abandonar la
sala luego de asistir a los interrogatorios junto al juez Andreu.
Para las víctimas, ambas de más de 90 años, era la primera
ocasión en la que relataban su propio padecimiento y el de sus familias ante un
tribunal.
El abuelo, padre y dos hermanos de Teresa Álvarez fueron
capturados por el "bando nacional" del dictador Francisco Franco y
estuvieron recluidos en el penal de la isla de San Simón, en Pontevedra,
Galicia, donde fueron torturados.
"Desapareció un hermano, otro fue capturado y después
fue a un batallón de trabajadores. Mi padre estuvo en la cárcel, fue torturado
y le metieron una varilla de paraguas por los oídos. Quedó sordo para toda la
vida", contó la mujer a la prensa a su salida del tribunal.
Por su parte, la familia de Romeral intento huir de España
al finalizar la guerra civil, pero fueron apresados.
El padre de Faustina, que era alcalde socialista fue
fusilado; su madre encarcelada; y ella se quedó en la calle hasta que logró
reunirse con otros miembros de su familia. Uno de sus tíos murió en la cárcel y
después ella misma, con 15 años, estuvo detenida durante seis años (1947-1953)
por ser un enlace del PCE (Partido Comunista Español).
Faustina no quiso hacer declaraciones a la prensa, más allá
de responder "eso ya lo veremos", cuando se le preguntó si creía que
el proceso serviría para algo.
Las declaraciones de estas dos ancianas se producen después
de que la propia Audiencia Nacional rechazó extraditar a la Argentina a dos
represores franquistas, el ex inspector de policía Antonio González Pacheco,
alias Billy El Niño, de 67 años; y el ex capitán de la Guardia Civil Jesús
Muñecas, de 77 años.
A pesar de ello, el abogado Carlos Slepoy, uno de los
impulsores de la querella, destacó que las declaraciones de Teresa y Faustina
son positivas para la causa, que sigue adelante pese a la negativa a las dos
extradiciones reclamadas por Servini de Cubría.
"Es la pauta de que algo profundo está cambiando, nos
acercamos al momento del fin de la impunidad, los jueces están muy determinados
a que se haga justicia. Estamos en una situación increíble", sostuvo
Slepoy ante la prensa al salir del tribunal.