Tras las declaraciones del ex embajador israelí
Timerman acusó a Israel de ocultar información a la Justicia sobre el atentado a la AMIA
sábado 04 de enero de 2014, 01:59h
El ministro de Exteriores de Argentina, Héctor Timerman, ha
acusado a Israel de ocultar información a la Justicia argentina sobre el
atentado contra la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en
Buenos Aires en julio de 1994 que acabó con la vida de 85 personas.
Estas palabras de
Timerman vienen a colación de las declaraciones del otrora embajador israelí en
Buenos Aires, Itzhak Aviran, quien afirmó que el Gobierno de Israel mató a "una
gran mayoría de los responsables" del atentado y que "todavía
necesitamos una respuesta sobre lo que ocurrió".
A juicio del
titular de Exteriores argentino, estas declaraciones "son de una extrema
gravedad" porque corroboran que se "ocultó la información a la
Justicia argentina, impidiendo que surjan nuevas evidencias al esclarecimiento
del caso".
"Sin duda, si
se hubiese cooperado con la Justicia argentina como indican los tratados
internacionales, tal vez los culpables ya estarían purgando por sus crímenes y
los familiares podrían, finalmente, saber que las víctimas recibieron la
justicia por la cual vienen luchando desde hace tantos años", ha declarado
Timerman a la agencia estatal de noticias Télam.
En este punto,
Timerman ha instado al embajador israelí en Argentina entre 1993 y 2000 que
aclare si "hay otros implicados en el atentado que estén vivos" y
que, en cuyo caso, entregue la información relacionada a la Justicia argentina
para procesarles. Del mismo modo, ha pedido a Aviran que puntualice si Israel
"tiene información sobre la culpabilidad o inocencia de los actuales
sospechosos del atentado".
El Ministerio de
Exteriores de Argentina ha convocado al encargado de negocios de la Embajada de
Israel en la capital para el próximo lunes para que exigir de nuevo que las
autoridades israelíes entreguen cualquier información acerca del atentado
contra la AMIA, así como la postura del Ejecutivo del primer ministro hebreo,
Benjamin Netanyahu, tras las declaraciones de Aviran.