A cuatro años de su muerte
El radicalismo homenajeó a Raúl Alfonsín
lunes 01 de abril de 2013, 11:19h
Conmemoraron la figura del histórico líder fallecido el 31
de marzo de 2009.
Militantes de la
UCR y seguidores del ex presidente se reunieron en el
Cementerio de La Recoleta,
donde conmemoraron la figura del histórico líder fallecido el 31 de marzo de
2009.
Además, recordaron el 26 aniversario del levantamiento
carapintada de Semana Santa de 1987, capítulo destacado de la historia reciente
que, según pidió Ricardo Alfonsín, tiene que servir para "demostrar que
aprendimos del ejemplo" para darle "más vida a la democracia de
todos".
Al homenaje asistió el hijo del ex presidente y diputado
nacional Ricardo Alfonsín, quien aseguró que "en un día como hoy, tal vez
lo que más deberíamos destacar de Raúl Alfonsín, es su permanente esfuerzo por
el diálogo y la búsqueda de consenso esenciales entre los argentinos".
Acompañado por Hipólito Solari Yrigoyen, militantes y
seguidores, Alfonsín llamó a que "la dirigencia política se abstenga de
incurrir en comportamientos que alejen la posibilidad de lograr esfuerzos
mancomunados".
"Hay que recuperar la ejemplaridad. Solo así resultará
creíble y fructífera la convocatoria a la solidaridad para avanzar en la
construcción de una sociedad más justa", expresó.
En el acto también se recordaron los hechos ocurridos en la Semana Santa de 1987,
cuando oficiales del Ejército comandados por Aldo Rico, concretaron el
levantamiento carapintada al considerar que la Ley de Punto Final "no era suficiente".
Lo cierto es que Alfonsín, en medio de una democracia que
aún dejaba ver huellas de la sangrienta dictadura, intentó llevar adelante una
serie de medidas para contener el descontento en las Fuerzas Armadas, que
incluyeron en 1986 su intervención personal para que el Congreso sancionara la Ley de Punto Final, que
imponía un plazo de 60 días para procesar a acusados de delitos de lesa
humanidad.
Sin embargo, aquella Ley estaba lejos de conformar y estalló
la rebelión, aunque millones de argentinos salieron a las calles a condenar el
hecho y manifestar su apoyo al gobierno constitucional, actitud a la que se
sumaría hasta la central de trabajadores, con un paro de apoyo.
Casi sin apoyo de fuerza leales, Alfonsín temió un
derramamiento de sangre y optó por concurrir el 30 de abril a Campo de Mayo y,
horas después, formuló el histórico
discurso ante la multitud reunida en la Plaza y aquel saludo de "¡Felices Pascuas,
la casa está en orden y no hay sangre en la Argentina!", tras
dar la garantía de que no habría nuevos juicios contra militares por violación
de derechos humanos, a través de una futura Ley de Obediencia Debida.
A 26 años de aquel episodio, su hijo Ricardo expresó en La Recoleta que "no hay
democracia perdurable sin ciudadanos democráticos y activos", y reafirmó
que "sin participación no hay libertad".
A la vez, al destacar las enseñanzas de su padre como
presidente, afirmó que aprendimos "que no hay democracia fuerte sin
diálogo y que los gobiernos son los primeros responsables de hacerlo
posible", también que "no hay democracia en serio donde reinan la
desigualdad y las injusticias, porque sin solidaridad social no hay
igualdad".
En el cierre del acto, los militantes depositaron flores a
los pies de la tumba de Alfonsín, que falleció hace 4 años a los 82 años, a
consecuencia de un cáncer de pulmón.
Su última visita a la Casa Rosada la concretó el 1 de octubre de 2008,
cuando la presidenta Cristina Kirchner y el ex presidente Néstor Kirchner lo
recibieron en ocasión de inaugurar su busto en la Sala de Presidentes de la Casa Rosada.
Aquel día, Cristina pronunció un emotivo discurso frente a
Alfonsín, quien agradeció sus palabras y tomó el agasajo "a la democracia
conseguida por todos los argentinos y no a mi persona".