sábado 01 de septiembre de 2012, 05:23h
El debate abierto en el Congreso a partir de distintos
proyectos que tienen por objeto ampliar los derechos políticos de los jóvenes
permitiendo que ejerzan el derecho al sufragio desde los 16 años ha generado
apoyos y resistencias con argumentos variados. Curiosamente, muchos de los
argumentos utilizados por las voces más críticas parecen haberse extraído de
los tiempos de oposición a la Ley Sáenz Peña y al voto femenino. Esto demuestra
que nunca le faltan excusas a algunos sectores políticos y sociales para
ofrecer resistencia a cualquier tipo de ampliación de derechos. En este
intento, algunos han introducido al debate el tema de la responsabilidad penal
juvenil.
Argumentan que, si las personas de 16 años en conflicto con
la ley penal no son punibles, tampoco deberían votar. Lamentablemente, hemos
escuchado a algunos comunicadores sociales y legisladores repitiendo estos
argumentos. Por eso resulta necesario aclarar que los mayores de 16 años y que
no hayan cumplido 18 años de edad, son punibles respecto de delitos de acción
pública reprimidos con pena privativa de la libertad de más de dos años. Siendo
la mayoría de los delitos de acción pública, hay casi imputabilidad plena a partir
de los 16 años de edad.
La ley aplicable a los adolescentes en infracción a la ley
penal, es la ley 22.278, Régimen Penal de la Minoridad. Dicha normativa
establece que no es punible el "menor" que no haya cumplido 16 años de edad. De
hecho, cada vez que se habla de "bajar la edad de imputabilidad" se
propone llevar esa frontera a los 14 años.
Somos conscientes de que, entre las reformas legislativas
pendientes, se encuentra la del régimen penal juvenil. En este sentido, hay
muchos proyectos de ley presentados en ambas cámaras del Congreso, aun sin el
consenso necesario para su tratamiento definitivo. Pero eso es harina de otro
costal. Como vemos, el debate sobre la edad de imputabilidad no tiene relación
alguna con la ampliación de derechos electorales. No debemos permitir que
confundan a la ciudadanía con planteos erróneos que lo único que demuestran es
que ciertos sectores ven a los jóvenes como "personas peligrosas" o
delincuentes potenciales. Impedir que los jóvenes tengan el derecho - y no la
obligación - de votar desde los 16 años porque supuestamente "no son
punibles" es, además de falso, peligroso. Se trata, en realidad, de otra
estrategia de los sectores conservadores para esquivar el debate, embarrar la
cancha y resistir a cambios que, mas temprano que tarde, caerán de maduro.
Agustín Oscar Rossi
Presidente del bloque de Diputados Nacionales del Frente
Para la Victoria