Trump: “Venezuela no es una prioridad”

Afirmó que la relación está en el nivel más bajo de su historia, sin embajadores, y los proyectos de cooperación común son prácticamente inexistentes. “Más importante para Washington son los intereses en Cuba, que lo que pueda ocurrir con Venezuela. Pero nodescartó que en algún momento haya pragmatismo por negocios”.

Para Michael Shifter, presidente de Diálogo Interamericano, poco se puede decir aún sobre la posición del presidente electo. “Trump ha tenido declaraciones contra gobiernos y regímenes autoritarios. Al mismo tiempo ha dicho cosas positivas de dirigentes como Vladimir Putin y Hugo Chávez, por lo que resulta muy impredecible. Creo que Venezuelano es un tema importante para Estados Unidos”.

Shifter afirmó que el gobierno de Venezuela no se fortalece con la elección de Trump, pero puede sacar provecho de los comentarios pocos tolerantes y de sus dudas sobre el sistema electoral y la democracia de su país. Además, Trump se deslegitima cuando pone en duda el sistema democrático de su país, y al mismo tiempo critica prácticas antidemocráticas en otros países, como es el caso de Venezuela.

El internacionalista Felix Arellano catalogó de negativo el triunfo de Trump para la democracia y los derechos humanos en Venezuela. “Su interés no estará en los derechos humanos, la libertad de expresión, las detenciones arbitrarias ni la Carta Democrática; todo eso pasa a segundo plano”.

A Arellano no le sorprendería si hay una mejora en las relaciones diplomáticas. “Desde hace tiempo el gobierno de Venezuela viene expresando que desea restablecer la relación en el ámbito de embajadores. Trump seguramente buscará poner a alguien de su confianza en ese cargo. Ambos gobiernos tienen muchos paralelismos. Yo ya no creo mucho en esas etiquetas de izquierda y derecha; por el contrario, veo elementos similares en ambos liderazgos: son excluyentes, autoritarios y buscan la violencia”.

El internacionalista Carlos Romero destaca el pragmatismo de Trump. “Debemos recordar que Estados Unidos tiene intereses nacionales, políticas de Estado, y su relación con América Latina y Venezuela no tiene que cambiar. No le temo a la política exterior de Trump. No creo que haya un cambio sustancial, ni lo veo como catastrófico, lo percibo como una oportunidad para salir del estancamiento en las relaciones”.