Las cartas del Abuelo Pascasio: Una limosna de don Mauricio

Muy querida nieta Cristina:

Me corresponde informarte que los abuelos emigrantes seguimos muy indignados en contra de unos ciudadanos que pusieron al frente del país a un selecto grupo de despreciables individuos. Cada día que pasa se ríen más de la ciudadanía. Actúan con la firme determinación de desmejorar el bienestar general aunque su risa va dirigida a los que depositaron en ellos su confianza. Están convencidos de que sus votantes son a partes iguales una mezcla de credulidad, egoísmo y envidia. Les llenaron el mate de boludeces repetidas mil veces. Consiguieron hacerles creer que con vos en la Casa Rosada el buen nivel de vida era irreal. Lo curioso es que ahora se olvidaron de la inflación y de los dólares al andar temblando de miedo a perder el laburo.

Nos duele mucho el ver que se vuelve a tiempos oscuros en que los ciudadanos tenían escasos derechos. Contigo había “paritarias” para negociar los convenios laborales aunque los grandes genios que votaron a don Mauricio lo que anhelaban era poder mendigar al patroncito un aumento y al gobierno una limosna. Contigo los jubilados tenían asegurada la revalorización de las pensiones pero lo que deseaban era suplicarle a don Mauricio una ayuda especial para comprar tres lechugas, dos tomates y un zapallito. Los convencieron de que son pobres por su mala suerte o porque el espíritu santo no los acompaña. El buen macrista acepta con alegría que las fiestas domingueras son para los gobernantes que se esfuerzan por aumentar su patrimonio personal.

El gran Darío Fo nos aclara como “El Clan del Clarinete” fue moldeando a los globoludos: Existe el interés de llevar a toda la gente a la ignorancia. Intentan llevar el nivel cultural al mínimo porque así es más fácil dominar. La cultura es algo verdadero. La cultura aparta la violencia, la margina, margina la especulación, hace razonar al hombre, le da una moral y le da una conciencia cívica. Pero ahora lo único que parece urgente, es ir tirando para vivir. Queda bien probado que en las últimas elecciones el uso interesado de la violencia y de la especulación le proporcionó el triunfo a unos indecentes que supieron presentarse como los salvadores de una patria en peligro. Antes cualquier miembro del gobierno recibía duras críticas pero ahora un ministro dice que “rezar” es una política útil y lo aplauden como locos.

Leímos que el gobierno compensará con un bono de 2000 pesos a los trabajadores por la pérdida de poder adquisitivo de los salarios. Acá tenemos la muestra de que se ríen en la jeta del laburante al considerarlos súbditos sin uso de razón. Diferentes expertos estiman que el bono debería andar, según sectores, entre 12 y 15 mil pesos. Afinando el lápiz, dicen que un bono realmente compensador sería de 14.867,60 pesos para los metalúrgicos y de 13.435,71 para los gastronómicos y de 12.975,08 para el comercio en general. La pregunta que muchos se hacen es dónde carajo van los más de 10 mil pesos que le deben. Los grandes truchos del equipo económico lo tienen muy claro. Es una guita que vos te afanaste para que los grasa pudiesen comer asado los domingos.

Me despido. Me voy corriendo. A las nueve y media, en punto, comienza la trasmisión en exclusiva desde Madrid para los miembros numerarios de la Asemblea Celestial da Emigración Riopratense del concierto tanguero de nuestra nieta Estreliña (Stella Díaz Vidal) junto al guitarrista Raúl Chiochio. Vos la conocés de cuando cantó con sus compañeras del grupo “Las del Abasto” en la Casa Rosada. Recibí el cariño inalterable del viejo fonsagradino que sufre por culpa de algunos votantes que se olvidaron de que sin solidaridad no se construye nada.
Pascasio Fernández Gómez