El caso Venezuela y el retroceso del sistema institucional sudamericano
lunes 16 de marzo de 2015, 23:59h
El desinterés de Argentina y de otros estados sudamericanos
por afrontar que la realidad Venezolana vulnera derechos ciudadanos, pulveriza
la calidad democrática y reinstaura la prepotencia estatal con prensa
silenciada y líderes opositores encarcelados, ha dejado un espacio vacante que
fue ocupado por el Acta del gobierno norteamericano que contiene una Orden
Ejecutiva titulada: "Estado de Emergencia y Amenaza a la Seguridad
Nacional".Dicha declaración tiene antecedentes que remiten a desparejas
situaciones de conflicto con decisorios diferentes: Cuba en 1963, Nicaragua
1985, Libia 1986, Colombia 1995, Corea del Norte 2008, Siria 2011 y Ucrania
2014. La fulminante decisión del
Presidente Obama, debe ser motivo de preocupación, ya que los tiempos de
intervención norteamericana en la agenda local de los estados latinoamericanos,
se había reemplazado por una agenda cooperativa en la cual se comparten
problemas y se buscan soluciones colectivas.
La indiferencia de la diplomacia argentina frente al
evidente incumplimiento de ciertas disposiciones de la Carta Democrática de la
OEA, del Protocolo de Ushuaia sobre Compromiso Democrático en el Mercosur y del
Protocolo de Asunción sobre Compromiso con la Promoción y Protección de los
Derechos Humanos del Mercosur. La falta de gestión política para promover el
diálogo, el entendimiento y la cooperación entre el Gobierno y la oposición en
Venezuela; la reiteración de una diplomacia de las formas sin compromiso por
contribuir a la interrupción de una escalada de prepotencia del Gobierno
Venezolano contra la oposición parlamentaria e institucional, constituye un
verdadero vaciamiento del sistema de relaciones entre los estados de la América
del Sur, forjado al calor de las luchas por la estabilidad democrática, la
cooperación, la construcción de confianza y la superación de hipótesis de
conflicto que convirtieron nuestra región en un ejemplo para el mundo.
La sorpresiva declaración unilateral del Gobierno de los
Estados Unidos, debe preocupar e impulsar a la región a dar pasos decisivos
para ser capaces de instituir una agenda que respetando la soberanía de los
países sudamericanos y el principio de no intervención en los asuntos internos
de otros estados, ubique la cuestión democrática, la plena vigencia de los
derechos humanos y políticos en el pedestal encabezando la nómina de
preocupaciones regionales.
Deploramos la decisión unilateral adoptada por la
Administración del Presidente Obama sobre Venezuela; tanto como debemos
condenar la existencia de líderes opositores convertidos en presos políticos,
sometidos a parodias de procesos penales en el país que inspiró la Doctrina
Drago y sufrió durante décadas el imperio de altos niveles de violencia
política y crueles dictaduras.