lunes 02 de marzo de 2015, 23:47h
El ciclo denuncia indignada - desmentida vía la realidad
misma - calificación como "polémica" de la situación, sea cual fuere
- disolución en la misma nada de eso que se había denunciado, es parte del
hacer de una parte del periodismo en los últimos años. Como ejemplo palmario de
este modelo, el caso del regreso de la Fragata Libertad a Buenos Aires es
esclarecedor. Sin embargo, esa manera vil de iluminar lo que no existe, también
oculta cosas que no se dicen y estaría bueno contar.
El "Método
Feinmann", por más perverso y poco profesional que parezca, no deja de ser
llamativamente rústico:
1- Inventar cualquier cosa para difamar a alguien o algo, en
lo posible con gestos de fingida indignación y aires de soberbia. El objeto de
la mentira preferentemente debe ser el gobierno nacional, la militancia
juvenil, el debate sobre el aborto o la despenalización de la marihuana o
cualquier cosa que tenga olor a zurdito.
2- Cuando se desmiente la falacia, se insiste tercamente
usando como único argumento un tono desafiante de guapito de derecha. En
definitiva, los que utilizan este método ya no tienen ninguna reputación
profesional que defender.
3- Posteriormente, lo que empezó siendo un mentira inventada
por Feinmann queda transformada en una "polémica".
4- Esta nueva "polémica" se suma a otras
"polémicas" anteriores que tienen en mismo génesis
(mentira-desmentida-polémica) para terminar todas juntas en un articulo
periodístico en internet.
5- Por último, pasa un tiempo y todo queda en la nada.
Periodismo que le dicen. En fin...
Así arranca esta una nota de Infobae: "El regreso de la
Fragata Libertad -que llega hoy a la Capital rodeada de polémica por el rumor
sobre la presencia de militantes a bordo- pone en foco el uso que el Gobierno
le ha dado a instalaciones militares".
La única fuente de información sobre la "presencia de
militantes a bordo" (de La Cámpora, por supuesto) fue una mentira disparada
al aire por Feinmann, sin ninguna base de seriedad más que la impunidad que
sienten este tipo de periodistas de que el método comentado anteriormente
termina indefectiblemente en el punto 5.
Es muy probable que la mayoría de los habitantes de nuestro
país ni se enteren de esta pavada de Feinmann, ni sobre su desmentida, ni sobre
su papelón al aire. Entre ellos tampoco creo que puedan enterarse los
militantes de La Cámpora, de Unidos y Organizados que junto a organizaciones no
gubernamentales, sociales y políticas, desde hace días están en Córdoba dando
una mano en las trágicas inundaciones brindando ayuda con hidrolavadoras,
bombas para retirar agua y otras tareas de limpieza, además de la entrega de
agua, ropa y elementos de limpieza.
Sin embargo, creo oportuno aprovechar estas líneas y la
"polémica" de Feinmann para compartir algunas reflexiones sobre la
exitosa campaña del gobierno Nacional "Verano de Emociones",
organizada por el Ministerio de Cultura en la que participaron todos los
ministerios, que abarcó cinco puntos del país.
En total, disfrutaron de las diversas propuestas del
Gobierno Nacional más de 2 millones de personas en todo el país. Participaron
más de 5000 artistas y miles de familias aprovecharon para hacer trámites como
dni, pasaporte, obtener la antena de la TDA o iniciar los trámites para el
Progresar y Procrear. El punto de Mar del Plata fue el más concurrido,
superando el millón de personas que disfrutaron en forma gratuita de recitales,
paseos culturales y científicos, ferias de artesanías y otras actividades con
muy buen nivel de contenido educativo, de prevención y de difusión de derechos.
Más de 300.000 personas visitaron la Fragata Libertad (Sí, la misma que muchos
Feinmanns aconsejaban y hasta exigían que se la teníamos que regalar a los
fondos buitres!).
Nunca está de más remarcar que una propuesta cultural como
esta es parte de un sinnúmero de decisiones políticas tomadas por un gobierno
popular que ya lleva 12 años redistribuyendo la riqueza, generando millones de
puestos de trabajo y devolviéndole a nuestro pueblo los derechos, las
conquistas y los sueños que desde la última dictadura militar habían sido
robados por un minúsculo sector de poder.
El éxito rotundo de esta temporada que rompió todos los
récords en cuanto a turismo y consumo refleja contundentemente que el pueblo
argentino recuperó la dignidad de disfrutar sus vacaciones porque tiene
trabajo. Muy distinto era el país que recibió Néstor Kirchner cuando en el 2003
comenzó a dar vuelta la historia, con 50 % de pobreza, 20 % de indigencia.
A esto se le suma la gran transformación cualitativa del
Estado que Cristina viene conduciendo desde la presidencia. A diferencia de
aquellos ministerios vetustos, oscuros, que sólo se ocupaban de encontrar la
excusa burocrática para justificar negativas, hoy cada ministerio tiene una
inmensa y hasta obsesiva dimensión territorial. Para que el Estado llegue al
pueblo de forma directa, cara a cara.
Por último, nobleza obliga, y de la misma manera que decimos
que los gobiernos de Néstor y Cristina fueron los primeros que después de Perón
le reconocieron a los jubilados sus derechos, desendeudaron el país,
protegieron el trabajo argentino y defendieron la soberanía, también admitimos
con toda humildad que no fueron ni los primeros ni los únicos en realizar
actividades culturales en la Base Naval, ni que contrataron bandas para
realizar recitales gratuitos.
Ya veremos si el "método Feinmann" de
investigación descartable, alguna vez empieza a mentir sobre las actividades
culturales y deportivas que organiza el gobierno de la Provincia de Buenos
Aires o si alguna vez se anima a preguntarle a algún funcionario de cultura del
gobierno de Macri cuánto cobran las bandas que contrata.
Mientras tanto, nosotros seguiremos con nuestro propio
método: trabajando, militando, gestionando y construyendo la patria que de la
mano de Néstor y Cristina volvimos a tener todos los argentinos.
Franco Vitali
Secretario de Políticas Culturales de la Secretaría de
Cultura de la Nación