El español con objetivos muy ambiciosos
El Rey Felipe VI pide "coraje" a América Latina para ser el motor de la recuperación mundial
lunes 08 de diciembre de 2014, 08:08h
El monarca hizo esta reflexión en la clausura del X
Encuentro Empresarial Iberoamericano, celebrado en Veracruz como preámbulo a la
XXIV Cumbre Iberoamericana, ante empresarios españoles y de
América Latina y en presencia del presidente del país, Enrique Peña Nieto.
El jefe del Estado español recordó que mientras Europa ha
vivido un ciclo recesivo de "gran magnitud" con "pérdidas muy
graves de puestos de trabajo", Latinoamérica sí ha podido crecer
favoreciendo su progreso económico y social.
Eso sí, no olvidó hacer referencia, dentro del marco
europeo, al caso concreto de España donde, apostilló, "estamos recuperando
nuestro crecimiento económico, lo que es un claro signo de mejora de nuestra
economía".
La presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín, y la
secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan, le habían precedido en el
acto de clausura, y le escucharon abogar por una colaboración "fluida y
regular" entre los líderes empresariales y políticos de Iberoamérica.
Esta vinculación entre "lo público y lo privado"
es obligada porque, explicó el Rey, "todos juntos debemos trabajar
coordinadamente en beneficio de nuestra Comunidad de Naciones".
En su discurso hizo hincapié en que el crecimiento de las
economías y los intercambios comerciales y de inversión "son condiciones
indispensables para lograr mayores cotas de bienestar para todos, para poder
alcanzar una mejor distribución de la riqueza y para luchar con eficacia contra
la lacra del desempleo".
Felipe VI ve el desempleo como "un desafío" que
lastra el futuro de los jóvenes y también el futuro de las naciones de
Iberoamérica.
La creación de empleo por parte de las empresas es reflejo
del "dinamismo de unas sociedades que crecen rápidamente y que están
cobrando conciencia de su fuerza y de su lugar en el mundo", recalcó
Felipe VI, para quien el "campo empresarial" y el cultural
proporcionan "una imagen especialmente viva de lo iberoamericano".
Así, se refirió a las miles de pequeñas, medianas y grandes
empresas españolas asentadas en la región, contribuyendo al desarrollo de las
economías de sus países y también al crecimiento económico español, así como a
la entrada de capital latinoamericano en España, que se ha acelerado en los
últimos años.
Supone "una noticia estupenda para todos",
enfatizó, que inversores mexicanos, colombianos, argentinos, chilenos,
peruanos, venezolanos y brasileños" estén llegando a Europa a través de
España y Portugal; no en vano, recordó, en 2013 México fue el primer inversor
no europeo en España.
Felipe VI analizó el fenómeno de las empresas
"multilatinas", que generan empleo y actividad económica a nivel
internacional y de las que espera que se expandan en los próximos años hacia
Europa, América, Asia y África.
"Si los 90 fueron los años de la internacionalización
de las grandes empresas españolas a través de Iberoamérica, esta década ya está
siendo la de la expansión de las grandes multinacionales latinoamericanas, y
las invitamos a que lo hagan aún más", proclamó.
En esta línea, abogó por "estrechar aún más" los
lazos en la región, y aseguró que América Latina tiene "buenas condiciones
de partida" para asumir un papel destacado en el crecimiento mundial, pero
sin olvidar que Europa sigue siendo "fuente importante de
oportunidades".
En este contexto, citó la trascendencia de los acuerdos de
asociación negociados por la UE con los países de Latinoamérica para
multiplicar intercambios comerciales y fomentar la inversión, y afirmó que
queda "mucho" por hacer para beneficiar las dos áreas dando
facilidades al asentamiento y despliegue de las multilatinas.
"Y tenemos mucho que hacer porque, además de lograr el
crecimiento sostenido de nuestras economías, debemos saber traducir ese
crecimiento en un bienestar real para todos los ciudadanos", advirtió.
Se trata, en opinión de Felipe VI, de lograr "una
distribución justa y equitativa de la riqueza, y en un espacio de oportunidades
para todos, en el cual sea posible desterrar o reducir a la pura anécdota la
pobreza y el desempleo".
La comunidad iberoamericana "está llamada a jugar un
gran papel en este siglo XXI", aseguró el rey de España, para concluir:
"De todos nosotros depende, de todos los que formamos esta gran
comunidad".