El ministro de economía con una intensa agenda
Kicillof llegó a Francia y este miércoles se reúne con el Club de París
martes 27 de mayo de 2014, 23:59h
El ministro de Economía arribó en las primeras de la noche del martes a
París, donde este miércoles llevará adelante negociaciones para regularizar la
deuda en situación de default que Argentina tiene con los países que integran
ese foro.
Tras un extenso vuelo que contó con una escala intermedia en
Roma, Kicillof llegó a París a las 21 (hora local, las 16 en Argentina),
acompañado por el secretario de Finanzas, Pablo López.
Ya en la capital francesa, la delegación argentina se
trasladó de inmediato al hotel para terminar de ultimar detalles que
presentarán en la reunión de mañana, que dará comienzo a las 10 (las 5 en
Argentina) en la sede del Ministerio de Economía francés, en el barrio de
Bercy, donde formalmente se encuentra la sede del Club de París.
El lunes, antes de partir a París, el titular del Palacio de
Hacienda consideró "complejo" al proceso de negociación que comenzará
mañana al mediodía en París y sostuvo que su estadía en Francia "dependerá
del grado de avance de la negociación".
"Hemos avanzado decididamente hacia un acuerdo, pero no
lo hemos hecho más allá de los lineamientos y por eso viajo a París", dijo
Kicillof en diálogo con los periodistas acreditados en la cartera de Economía.
Asimismo, Kicillof reiteró que le otorga "mucha
importancia" al encuentro y subrayó que el calendario de un eventual
acuerdo aún está por determinarse.
Las negociaciones con el Club de París fueron retomadas a
mediados de enero pasado cuando el propio Kicillof viajó a París a presentar la
primera propuesta que, según fuentes oficiales, contemplaría un pago inicial de
250 millones de dólares, y el resto a acordar a través de un cronograma de
cancelaciones.
En las anteriores renegociaciones que tuvo Argentina con el
Club de París -en 1956 fue el primer país en negociar su deuda con el
organismo-, todas fueron precedidas por un paquete consensuado por el FMI,
camino que el gobierno argentino no tiene previsto como parte de las
conversaciones.
"Está a la vista que hoy no hemos pactado con el Fondo
ningún programa económico y hemos presentado una propuesta de lineamientos
(para el pago de la deuda) al Club de Paris", dijo Kicillof tiempo atrás
durante la conferencia de prensa en la que anunció la voluntad del Gobierno de
refinanciar la deuda con ese foro de países.
Pese al tradicional hermetismo que rodea al organismo
crediticio, tras la visita de Kicillof, los acreedores analizaron la propuesta
argentina, donde un grupo de países (Francia, Alemania, Estados Unidos, Reino
Unido e Italia) las consideró "aceptable", según reveló el diario
económico galo Les Echos en marzo.
En el mismo artículo, Les Echos sitúa a Japón, España y
Holanda como los mas "hostiles" a la propuesta argentina.
"No vamos a aceptar condicionamientos, no vamos a
discutir nuestro plan económico", aseguró en esa oportunidad y sostuvo que
el monto de la deuda, que oscilaría en los 9.000 millones de dólares, será uno
de los temas a definir.
Desde enero, Kicillof mantiene la cautela al advertir que
"estas negociaciones pueden llevar meses" ya que, entre otros
aspectos, las decisiones del Club "deben tomarse por consenso" de los
19 países miembros.
Sin embargo, la deuda de Argentina es con 15 de los 19
países miembros, Alemania, Australia, Austria, Bélgica, Canada, Dinamarca,
Estados Unidos, España, Finlandia, Francia, Holanda, Irlanda, Italia, Japón,
Noruega, Rusia, Suecia y Suiza.
El funcionario argentino reiteró que esta negociación, como
las anteriores que mantuvo Argentina tras la declaración de cesación de pagos a
finales del 2001, se basará en tres lineamientos: el primero, que se van a
cumplir los compromisos pactados, tal como lo viene haciendo el país desde el
2003.
En segundo lugar, las soluciones que se ofrezcan tienen que
ser sustentables en el tiempo, y por último, el pago de los compromisos
"no puede poner en riesgo el modelo económico" vigente.
Esta deuda con el Club de París "data de hace muchísimo
tiempo. La mayor parte fue contraída durante la dictadura (1976-1983). Esta
administración no la contrajo, ni participó en el default", reiteró
Kicillof en varias oportunidades.