Los embargaron por sumas multimillonarias
Procesaron a Fariña y a Elaskar por lavado de activos
miércoles 07 de mayo de 2014, 12:13h
El juez federal
Sebastián Casanello procesó sin prisión preventiva a Leonardo Fariña y Federico
Elaskar por el delito de "lavado de activos", dispuso embargos
multimillonarios en dinero y en bienes como un piso sobre avenida del
Libertador, un automóvil BMW, un campo de Mendoza y acciones de sociedades.
Fariña, quien está preso en La Plata en otra causa por
"evasión agravada", fue embargado por 35 millones de pesos, según
informaron a Télam fuentes judiciales.
Elaskar, por su parte, quedó embargado por 27 millones de
pesos.
Casanello los procesó en base a la ley 25246 que pena el
"lavado de activos" y prevé un máximo de diez años de condena para este
delito.
También quedaron embargados el departamento de avenida del
Libertador donde Fariña vivía con la modelo Karina Jelinek durante su
matrimonio, el campo de la localidad mendocina de Tunuyán en cuya compra habría
intervenido el procesado, un automovil Ferrari, y una camioneta BMW.
El juez dispuso embargar además acciones de tres sociedades
sospechadas de haber intervenido en las maniobras por medio de la financiera
SGI, que pertenecía al también procesado Federico Elaskar, tras escuchar medio
centenar de testimoniales que habrían dado por probado el vínculo entre los dos
acusados.
Además dispuso otras dos declaraciones indagatorias en la
causa, las de Alejandro Bryn y Mario Acevedo Fernández.
Según fuentes del caso, la resolución tiene unas 200 carillas
y sobre Fariña, el magistrado consideró que tuvo una "irrupción glamorosa
y sorpresiva en el jet set" y que de allí pasó "despacio" a las
secciones policiales y judiciales de los diarios.
También que se le conocieron pocas actividades lícitas y que
en base a testigos y escuchas telefónicas se llegó a una "pauta sobre un
cuadro del origen del dinero" que manejaba en el mercado y que según las
fuentes que provendría de "actividades ilícitas".
Elaskar era propietario de la financiera SGI, que para el
juez funcionó como una "cueva" y era un lugar donde concurría con
frecuencia Fariña.
El magistrado remarcó en su resolucíon que las tareas de
investigación en esta causa fueron más "arduas" debido a que se
inició sin un "delito precedente" origen del lavado porque todo
comenzó con las declaraciones hechas por ambos a un programa de televisión, que
luego se judicializaron por una denuncia.
También rechazó críticas por una supuesta "demora"
y consideró que ordenar allanamientos u otras medidas de prueba similares sin
del debido sustento legal hubiese expuesto a la causa a "futuras nulidades