Un poco tarde...
El Estado español reconoció la falta de control sobre una parte del dinero en la compra de Aerolíneas
jueves 28 de noviembre de 2013, 16:34h
La
segunda sesión del juicio contra el empresario español Gerardo Díaz Ferrán por
presunto delito fiscal en la compra de Aerolíneas Argentinas, dejó hoy claro
que el Estado español no controló todo lo que Air Comet realizaba con el dinero
aportado.
Un ex
alto cargo de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), Juan
Gurbindo Gutiérrez, dijo que "no se controlaban las operaciones de Air
Comet", que era una empresa privada, pero se tomaron medidas para
"asegurarse que se cumpliera con el compromiso del contrato" de
compraventa de Aerolíneas.
El
testigo dijo que en la operación de compraventa de Aerolíneas, la SEPI, que era
propietaria de la línea a través de su filial Interinvest, hizo dos aportes de
capital, uno de 300 millones de dólares para comprar créditos de acreedores, y
otro de 248 para un plan industrial y gastos para reorientar la compañía.
En
cuanto a los 300 millones de dólares, dijo que eran aportes irrevocables de la
SEPI en Interinvest para el pago de una serie de deudas con acreedores,
créditos que compró Air Comet para controlar el concurso de acreedores y con el
compromiso de aportarlos a Aerolíneas para su capitalización.
"Se
firmó un contrato para que la cesión de créditos no pudiera ser negociada con
nadie. Lo que se hizo fue plantear una garantía por parte de los accionistas de
Air Comet para que si no se aplicaban a los fines de recapitalización ellos
tuvieran que devolveré el dinero a la SEPI", sostuvo Gurbindo Gutiérrez.
En
cambio, respecto a los 248 millones de dólares aportados para el plan
industrial, el ex directivo admitió que los accionistas sólo debían justificar
que habían gastado el dinero, pero la SEPI no decidía en qué se gastaba.
Según
explicó, el dinero salió de la cuenta mancomunada que tenían SEPI e Interinvest
en cantidades de 30 millones de dólares una vez justificado el gasto.
Gutiérrez
afirmó que la SEPI "no tuvo que hacer ningún reclamo a Air Comet" y
que la única penalización, que no especificó, fue porque no se compró la
totalidad de los aviones comprometidos.
Tras
explicar la venta de Aerolíneas con detalles trascendentes ante un presunto
delito de malversación de fondos públicos, el testigo respondió finalmente
sobre el objeto de enjuiciamiento, delito fiscal, y fue contundente: "En
España la SEPI está exenta de pagar impuestos por este tipo de operaciones. Y
en Argentina, en ese momento, tampoco tenía que pagar impuestos", dijo.
Antonio
Mata y Gerardo Díaz Ferrán, ex dueño de Aerolíneas Argentinas, enfrentan un
pedido de dos años y cuatro meses de prisión por un presunto delito fiscal de
99 millones de dólares derivado de la compra de la compañía en 2001.
El
dinero supuestamente defraudado corresponde al impago del Impuesto de
Sociedades del año 2002.
En el
procedimiento estaba imputado también el ex socio de Díaz Ferrán en Marsans,
Gonzalo Pascual, fallecido en junio de 2012.
En
2001, Díaz Ferrán y Pascual compraron Aerolíneas(ARSA) al Estado español a
través de Air Comet, y siete años más tarde, cuando la firma perdía un millón
de dólares al día, el gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner
la reestatizó.
La SEPI
vendió el 92,1% de sus acciones de Aerolíneas a Air Comet por un valor
simbólico de 1 dólar; y en ese acto se hizo cargo del pasivo de la compañía por
un máximo de 300 millones de dólares, dinero que debía ser destinado al pago de
los acreedores de la sociedad, y aportó otros también a un plan industrial.
Un año
antes, la SEPI se había hecho con el 99,2% de las acciones de Interinvest, que
afrontaba enormes pérdidas por Aerolíneas tras la gestión de la compañía por
parte del consorcio Iberia, que a su vez había comprado la aerolínea de bandera
argentina en 1990.
El
fiscal Miguel Angel Carballo quiere demostrar que los créditos de los
acreedores de Aerolíneas Argentinas que compró Air Comet en la operación de
adquisición eran beneficio y debían tributar.
Sin
embargo, el ex responsable financiero de Air Comet, Antonio Martínez, aseguró que en los balances de la sociedad figuraban como deuda a cuenta de
Interinvest.
"Air
Comet recibió fondos de Interinvest para comprar créditos de Aerolíneas
Argentinas. Pero Air Comet no podía disponer de esos fondos porque automáticamente
se pagaron a los acreedores", dijo Martínez, testigo de la defensa de
Antonio Mata.
Los
fondos "provenían de una cuenta mancomunada de Interinvest del banco BBVA,
en el que tenían firma Interinvest y la SEPI", sostuvo Martínez.
"Acudí
a una reunión en la que se hizo la operación de compra de determinados créditos
de Aerolíneas Argentinas y la operación era simplemente que Air Comet recibía
cheques al portador de Interivest para pagar a los proveedores", añadió.
"En
el mismo acto simultáneo, Air Comet recibía las cartas de pago de los
acreedores de Aerolíneas de que se había pagado, y a la vez Air Comet le debía
el dinero a Interinvest.
Martínez
indicó que los movimientos "estuvieron registrados a nivel contable, como
activo y pasivo, pero el efecto era nulo".
Preguntado
por la representante de la Abogacía del Estado, Lucía Pedrero, especificó que
los créditos no estaban en las cuentas de Air Comet con cierre del 28 de
febrero de 2002, pero si al día siguiente, lo cual no tiene ninguna relevancia.
Si bien
sostuvo que no conocía el contrato de compraventa de Aerolíneas de forma
directa, reconoció que sabía que se asumían una serie de obligaciones comprando
títulos de créditos para que Air Comet se convirtiera en acreedor mayoritario y
así poder salvar el patrimonio de la compañía aérea de bandera argentina.
Al
inicio del juicio, que se desarrolla en la Audiencia Nacional y está previsto
que dure al menos hasta mañana, Díaz Ferrán y Mata negaron haber cometido
ningún delito fiscal.
Díaz
Ferrán está imputado en varias causas abiertas en la Audiencia Nacional, la más
importante por la apropiación indebida de 4,4 millones de euros en la quiebra
de Viajes Marsans y por esconder su patrimonio para no pagar a los acreedores.
Una
eventual condena en el caso de Aerolíneas Argentinas puede suponer un
antecedente que le impedirá eludir la prisión efectiva en los otros casos.