Calificaron la medida como "arbitraria" y "discriminatoria"
Crítican a España por excluir a firmas argentinas del listado de empresas para comercializar biodiesel
martes 12 de noviembre de 2013, 17:11h
La Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio) calificó de
"arbitraria" y "discriminatoria" a la decisión del gobierno
español de excluir a las empresas nacionales de la lista de firmas que pueden
comercializar biodiesel en ese país, pese a un reclamo formulado por la
Cancillería ante la OMC para que sean incluidas.
La entidad empresaria informó que la semana pasada el
Ministerio de Industria de España publicó la lista definitiva de las plantas de
biodiesel que podrán comercializar en ese país, sin que allí aparezca ninguna
planta de origen extra europeo.
Argentina había realizado una presentación ante la
Organización Mundial del Comercio en febrero pasado, por lo que el Gobierno
español permitió su inclusión en la convocatoria de la Resolución de la
Secretaría de Estado de Energía del 5 de febrero de 2013 que regula el nuevo
sistema de asignación de cuotas.
Según explicaron desde el sector, algunas de las plantas
argentinas que se presentaron a esta convocatoria fueron excluidas alegando
razones "administrativas injustificadas" mientras que a otras se las
apartó bajo el argumento de que no suman el puntaje necesario en un "rating"
que aparentemente realiza el Ministerio de Industria de ese país para otorgar
los permisos.
Para las firmas nucleadas en Carbio, "esta resolución
es claramente una nueva medida arbitraria cuyo objetivo es excluir a las
empresas del mercado español".
"Se trata de una clara discriminación a las firmas
nacionales", sostuvo en ejecutivo de una de las principales productoras de
biocombustibles.
La lista de plantas que sí han resultado adjudicatarias
consta de 42 empresas, todas europeas. De ese total, 27 son españolas, cinco
alemanas, cinco italianas, dos británicas, una portuguesa, una letona y una
holandesa.
Esta medida que se suma a la reciente fijación del derecho
antidumping en la UE significa la confirmación de una crisis terminal de la
industria exportadora argentina, con las consecuencias económicas y sociales
derivadas de esta falta de mercado.
España importaba desde la Argentina biodiesel de soja por un
valor superior a los 800 millones de dólares anuales.