El sistema de emergencias casi no existe
martes 09 de abril de 2013, 11:02h
Es urgente recrear el SIFEM, un organismo que tenía poder y
recursos para afrontar una catástrofe.
La lenta, insuficiente y descoordinada respuesta a la
catástrofe de La Plata y Buenos Aires hace clamar a gritos por la recreación
del Sistema Federal de Emergencias (SIFEM), que hasta 2002 operó, dirigido por
el Jefe de Gabinete y con poder para movilizar a todo el gobierno en caso de
catástrofe. Aquel organismo tenía el apoyo financiero del Banco Interamericano
de Desarrollo, así como la asistencia técnica de la Federal Emergency
Management Agency (FEMA), la organización gubernamental norteamericana,
preparada para actuar de inmediato en caso de catástrofe, y de la National
Emergency Management Authority (NEMA) de Israel.
En 2002, el SIFEM fue convertido en una oficina dentro de la
Secretaría de Seguridad Interior del Ministerio de Justicia. Dos años más tarde
pasó a ser una oficina de la Dirección General de Defensa Civil, dependiente de
la Subsecretaría de Seguridad y Protección Civil, dependiente de la Secretaría
de Seguridad Interior, dependiente del Ministerio del Interior.
Han transcurrido ocho años y quien pretenda entrar en el
sitio de la Dirección General de Defensa Civil se encontrará con un cartel que
dice: "Página en construcción". En el Presupuesto de la Nación, lo
único que figura es una partida de 206 millones de pesos para "Acciones de
Asistencia Civil", un programa cuya "unidad ejecutora" no está
especificada. Los fondos están previstos nada menos que para "resguardar a
la población ante la posibilidad de un desastre que cause vastas pérdidas a
nivel humano, material o ambiental, suficientes para que la sociedad afectada
no pueda salir adelante por sus propios medios".
Organizar el SIFEM, previsto poco antes por decreto, fue la
primera decisión que tomé al asumir la Jefatura de Gabinete de Ministros en
1999. Constituí al mismo tiempo el Gabinete de Emergencias (GADE), preparado
para emergencias graves e integrado por varios ministros, presididos por el
Jefe de Gabinete. Ante el peligro de una inundación, debía actuar toda una red
de organismos, que iban desde el Sistema de Radares Meteorológicos hasta la
Prefectura y la Gendarmería.
La Sala de Situación y Centro de Operaciones del SIFEM
ocupaba toda una planta del edificio de la Jefatura. Aún en formación, el SIFEM
montó una red radioeléctrica de emergencia que interconectó a la Nación y las
provincias, ante la posibilidad de que el "efecto 2000" afectara a
los sistemas computarizados. Luego, acudió sin demora con el avión Tango 02 a
participar en las operaciones de rescate de un avión con turistas argentinos
que había caído en Brasil.
El SIFEM comenzó a desmontarse a mediados de 2000, cuando la
Jefatura de Gabinetes cambió de manos. Más tarde fue tirado por la borda; y hoy
debe recuperarse. Lo de La Plata y Buenos Aires no debe repetirse.