Entre 2014-2020
La UE no priorizará América Latina en su política exterior
miércoles 07 de diciembre de 2011, 17:27h
Bajan las ayudas a la región
Por Carol Pérez San Gregorio (Corresponsal en Bruselas)
La Comisión Europea aprobó este miércoles sus propuestas
presupuestarias relativas a sus instrumentos de política exterior para el
periodo 2014-2020, que incorporan un cambio en el reparto de fondos para
focalizar sus recursos en los países más necesitados, lo que conllevará un
deterioro de las ayudas para muchos de los países de América Latina que no
aparecen entre los de renta más baja.
El importe total propuesto durante el periodo 2014-2020 es
de 96.249,4 millones de euros, de los que la Cooperación al Desarrollo (ICD)
tendrá 23.295 millones, el instrumento de Asociación (IA): 1.131 millones, el de Estabilidad (IE) 2.829 millones y los fondos
para la Democracia y los Derechos Humanos (IEDDH) serán de 1.578 millones.
El Fondo europeo de desarrollo, que se encuentra fuera de
presupuesto de la UE y deriva de un acuerdo entre los Estados miembros para
realizar aportaciones voluntarias, contará con 34.276 millones de euros, y seguirá cubriendo la cooperación
con África, Caribe y Pacífico y países y territorios de ultramar. El FED no se
realiza igual que los del presupuesto de la Unión, en el que existe un poder de
decisión conjunto entre el Parlamento y el Consejo. De hecho, el paquete se
transmitirá ahora al Parlamento Europeo y al Consejo para su adopción, que está
prevista para 2012.
«La Unión es el mayor donante del mundo, y hemos de mantener
el liderazgo en la lucha contra la pobreza. Según las encuestas, la mayoría de
los europeos están de acuerdo en que la solidaridad de la UE ha de
materializarse en un incremento de la ayuda al desarrollo. Estas propuestas
permitirán que el presupuesto de la UE siga contribuyendo como hasta ahora al compromiso
de la UE de dedicar a la ayuda, a más tardar en 2015, el 0,7 % de la Renta
Nacional Bruta de la UE», señaló el comisario de Desarrollo, Andris Piebalgs.
La ayuda de la UE que ha promovido la Alta Representante de
la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Catherine Ashton, se
centrará en un número más reducido de sectores que respaldan la democracia, los
derechos humanos y la buena gobernanza y generan un crecimiento sostenible e
inclusivo, pero se volcará especialmente en la política de vecindad y los
países más pobres. Así, se aplicará además un nuevo principio de
«diferenciación», de modo que la UE asignará un mayor porcentaje de fondos allí
donde la ayuda puede tener mayor incidencia: en las regiones y países que más
la necesitan, en particular los Estados frágiles. Los países que puedan generar
recursos suficientes para garantizar su propio desarrollo ya no recibirán
subvenciones bilaterales y se beneficiarán de nuevas formas de asociación;
seguirán recibiendo fondos a través de los programas temáticos y regionales.
Este enfoque se complementará con diferentes modalidades innovadoras de
cooperación, por ejemplo, combinaciones de subvenciones y créditos.
La diferenciación se aplicará primero en los países
cubiertos por Cooperación al Desarrollo y la política de vecindad. En el marco
del ICD se propone que diecisiete países de renta media-alta (Argentina,
Brasil, Chile, China, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Kazajstán, Irán, Malasia,
Maldivas, México, Panamá, Perú, Tailandia, Uruguay y Venezuela,) y dos grandes
países de renta media-baja con un PIB superior al 1 % del PIB mundial (India e
Indonesia) pasen a formar parte de nuevas asociaciones no basadas en la ayuda
bilateral. En la actualidad, las economías emergentes, en particular China,
Brasil y la India, se consideran socios de la UE para hacer frente a los
desafíos mundiales.
Una de las grandes innovaciones y una herramienta
fundamental de política exterior es el nuevo Instrumento de Asociación. Su
objetivo será impulsar y fomentar los intereses de la UE y abordar los
principales retos a escala mundial. También permitirá a la UE seguir sus planes
más allá de la cooperación al desarrollo con los países industrializados, las
economías emergentes, y los países en los que la UE tiene importantes
intereses.