Una multitud participó de la fiesta
Cristina arremetió contra la justicia en los festejos por el Día de la Democracia
domingo 14 de diciembre de 2014, 07:53h
La presidenta argentina, Cristina Fernández, cargó contra
los "secuaces judiciales" en medio de una ofensiva de la Justicia
sobre altos funcionarios, durante un acto en el que se celebraron la
continuidad de la democracia.
Como es costumbre, la mandataria abordó en su discurso toda
la gama de temas que atraviesan la coyuntura, aparezcan o no en los medios
masivos de comunicación y, en ese marco, cuestionó el accionar de algunos
miembros del poder judicial y se acordó de aquellos que agoraban que el dólar
llegaría a valores récord hacia fin de año, entre otras especulaciones
negativas sobre la economía argentina.
Fue allí que sostuvo que "no es cierto que el Poder
Judicial sea corporativo, porque si no los defendería a todos" al hacer
mención a la "persecución y hostigamiento" mediático y judicial que
sufren algunos fiscales y la procuradora Alejandra Gils Carbó.
Tras mencionar que su gobierno debió "soportar nueve
corridas cambiarias precedidas por miles de portadas catastróficas diciendo que
el mundo se venía abajo", la mandataria señaló que ahora "a los
sicarios mediáticos se le unen algunos sicarios judiciales".
La presidenta denunció que "a los sicarios mediáticos
se unen algunos secuaces judiciales" y salió en defensa del ministro de
Justicia, Julio Alak, citado por un juez a indagatoria coincidiendo con el debate
parlamentario de la reforma del Código Penal.
"Parece ser que a algunos jueces no les gusta" el
nuevo Código, afirmó tras repasar los intentos fallidos de reforma de sucesivos
gobiernos.
"Le llaman ese mismo día (al ministro), tal vez para
intimidarle a él o a mí", agregó durante el acto oficial en conmemoración
de los 31 años de democracia en Argentina, deslucido por una tormenta que
obligó a Fernández a pronunciar su discurso en la Casa Rosada y no en la Plaza
de Mayo como estaba inicialmente previsto.
"A Alak lo llaman por una causa de 2008 de Aerolíneas
Argentinas, una aerolínea que recibimos quebrada y vaciada. Nunca un fiscal o
juez argentino procesó o llamó a uno de los vaciadores empresarios extranjeros.
Fue la justicia española la que finalmente los juzgó, los condenó y los
encarceló", dijo en alusión al expresidente de Aerolíneas, Gerardo Díaz
Ferrán.
Cristina Fernández cargó también contra el "terrorismo
de mercado" y los llamados fondos buitre, los fondos especulativos que
denunciaron a Argentina para cobrar su deuda íntegra, para insistir en la
voluntad del país de cumplir con sus compromisos.
"Vengan a cobrar ahora, tenemos dólares para
darles", dijo la mandataria, que tampoco se refirió al duro revés sufrido
por el país en la última emisión de deuda, esta misma semana, con una emisión
de 3.000 millones de dólares que no cubrió ni siquiera el 3 por ciento.
"No nos van a correr unos buitres desplumados",
insistió.
La presidenta admitió que estos once años y siete meses de
gobiernos kirchneristas, que inauguró en 2003 su esposo y antecesor en el
cargo, el fallecido expresidente Néstor Kirchner, y renovó ella en 2007 y 2011,
"no han sido fáciles, no ha sido coser y cantar", y salió al paso de
los rumores sobre sus supuestas aspiraciones tras dejar el poder, en 2015.
"Por ahí me andan nominando. Les pido por favor que
nadie me nomine", dijo Fernández, de 61 años, que habló también del
proceso electoral que vivirá el país el próximo año para advertir que "las
candidaturas son algo más que una foto, que un color, algo más que bonitas
palabras".
"Necesitamos hombres y mujeres identificados con
proyectos colectivos. Lo necesita la democracia (...) Necesitamos que todos
sean claros. No basta sacarse una foto conmigo", agregó Fernández, que aún
no ha destapado a su favorito para la contienda electoral.
"En la democracia y en la política tienes que jugar y
ser un cuadro político y haber empezado desde abajo para conducir un
país", concluyó, antes de saludar a miles de simpatizantes congregados en
la Plaza de Mayo, a los que no les importó soportar la intensa lluvia para esperar el saludo de Cristina.