Un Atlético y un 'San Simeone' ejemplares rompen el bipartidismo... deportivo
sábado 17 de mayo de 2014, 22:22h
Luchando por la utopía se consigue lo posible. Y en algunos
casos, lo imposible. Como el nuevo Dios laico atlético, San Simeone, que ha ido
más allá de lo estrictamente futbolístico. Naturalmente, sin restar ni un
mérito a lo logrado por los rojiblancos, claro. Al revés, siendo ejemplar para
extrapolarlo a otras cuestiones más relevantes en estos malos tiempos para la
lírica, para la épica y para la gente humilde y olé. Porque los valores que ha
inculcado el Cholo en el equipo, el club y los aficionados colchoneros sirven
para todo y para todos. Ahí es nada: el esfuerzo al máximo, el trabajo, la
solidaridad y la humildad. ¿Quién no se apunta a estas cualidades?
Con el valor añadido, ahora que estos valores citados se
están perdiendo, de que este Quijote argentino y rojiblanco lo ha hecho
luchando no contra los molinos, sino contra dos auténticos gigantes económicos
y mediáticos, tan prepotentes y despreciadores, a los que ha destronado. Sí a
ese Dúo Dinámico que ha ganado las diez últimas Ligas y cuyos presupuestos son,
más que astronómicos, galácticos. Ninguno de ellos se atrevería a pensar, al
inicio de la competición, que un equipo sin estrellas iba a subírseles a las
barbas y dejarlos sin título. Es posible que muchos seguidores rojiblancos,
como quien firma estas líneas, no se lo creyesen entonces. Pero partido a
partido, como decía San Simeone, demostraron que ¡sí se puede! y fueron la
admiración planetaria para el deporte y para más, para mucho más.
Tiempo habrá para profundizar en este análisis extrapolable
a tantos otros asuntos, pero sobre todo a la política española con el asqueroso
dominio bipartidista PP/PSOE que nos tiene donde nos tiene, en el fondo del mar
y dándonos matarile. Baste con saber que la nueva deidad atlética y deportiva
nos pone de moda mucho más allá de la Liga, a la par que ha enterrado la
maldición del Pupas. Y, ojo, que queda otro título aún más importante, contra
otro de los grandes/grandes, la finalísima de la Liga de Campeones ante el Real
Madrid, para que la utopía sea ya megautopía y olé.
De modo que es justo y necesario cambiar aquella magnífica
idea publicitaria rojiblanca de cuando el infierno de Segunda ¿Recuerdan? Sí,
hombre, esa del niño que preguntaba a su progenitor que por qué eran del
Atleti. Ahora, este único club del mundo que en su himno -me refiero al de
Sabina- ironiza con qué manera de palmar, que debería ser ya qué manera
ejemplar de ganar!, también ha dado la vuelta a la citada publicidad. Y el niño
debería preguntar: "Papá, ¿por qué los demás no son del Atleti?" Pues
eso.