martes 29 de abril de 2014, 10:31h
Con la firma del acta constitutiva del Frente, realizada en
un acto al que asistieron más de 2500 personas en un teatro de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, los principales referentes de los partidos que lo
integran: la Unión Cívica Radical; el Partido Socialista; la Coalición Cívica;
Proyecto Sur; el GEN; el PSA y Libres del Sur, refrendaron un acuerdo sobre
lineamientos políticos comunes, entre los que se destaca el sostenimiento de la
ética pública como condición indispensable de la convivencia social: "La
ejemplaridad de las conductas y la honestidad en el ejercicio de funciones de
gobierno son tanto un imperativo moral, como una garantía de una justa
distribución de los dineros públicos", reza entre otros conceptos, el
manifiesto fundacional.
En términos electorales se puede especular con que el Frente
reúne un tercio del electorado, teniendo en cuenta el desempeño de la elección
de 2009 y el potencial de cada uno de los candidatos que ya han anunciado su
postulación para 2015, aunque esa lista pueda ampliarse.
Por supuesto que el Frente, sobre el que ya el Jefe de
Gabinete como vocero del oficialismo atacó acusándolo de conjunto de traidores
y responsables de hiperinflaciones, tiene por delante dos desafíos cruciales para
llegar al 2015 con chances de mejorar lo que hoy es un lugar en la segunda
vuelta presidencial: Primero, establecer un estilo de comunicación que asegure
el conocimiento de sus figuras y propuestas y, sobre todo, que muestre que es
una fuerza de partidos y no sólo un conjunto de líderes. Para esta tarea ya ha
logrado la atención masiva del periodismo que, como es su tarea, escarbará en
las hendijas del Frente y no en las solideces de su arquitectura. Y segundo,
que logre articular para cada necesidad de la ciudadanía una propuesta de
política pública coherente y sostenible.
Para Macri - que queda cuarto con la aparición de la
coalición - el Frente es tan mala noticia como lo fuera UNEN en la Ciudad. En
agosto de 2013, los candidatos del PRO mostraban una gran ventaja en las
encuestas previas a la formación de UNEN, considerado cada candidato por
separado. Las PASO en la Ciudad cambiaron esa tendencia. Macri, por la escasa
territorialidad del PRO, sigue teniendo una muy débil situación a nivel
nacional y necesita aliarse con líderes provinciales para tener chances en el
2015. Esta debilidad del PRO es una fortaleza del Frente.
Para Sergio Massa, que se mantiene estancado en las
encuestas, la estrategia es la misma, con la diferencia de que es un auténtico
catch all en la arena política, le va tanto un barón peronista del conurbano
como un intendente vecinalista de la tercera sección. No sería de extrañar que
la necesidad los viera repetir la alianza que ya formaron en 2013 en la
provincia de Buenos Aires, de cara al 2015, año en el que tanto Macri como una
decena de gobernadores deberán proyectar su futuro político fuera de sus
actuales cargos.
Mientras el oficialismo amaga con una serie de candidatos,
sin definir ninguno, e inseguros de que la presidente pueda terciar en la
elección o veto de su sucesor o de su acompañante en la fórmula, el Frente ya
tiene asegurado en su acta constitutiva las PASO como mecanismo de elección de
candidatos, una herramienta que ya ha puesto en práctica con éxito en la Ciudad
de Buenos Aires.
El Frente es una esperanza en marcha. Sin embargo, César
Tcach, desde la Universidad de Córdoba nos recuerda un dato importante para
tener en cuenta: "Por cierto, la formación o no de coaliciones, su eficacia y
perdurabilidad se correlacionan con las características del sistema político.
Se puede afirmar que un régimen político de tipo presidencialista que se
caracteriza además, por la centralización de recursos en el Estado Nacional,
genera un conjunto de incentivos selectivos que opera en detrimento de la
estabilidad coalicional."
El presidente del radicalismo, Ernesto Sanz admitió que los
personalismos "tienen su peso" en esa coalición. "De hecho, en
la Argentina la política tiene un fuerte contenido personalista, pero en este
caso todos hemos sido capaces de dejar de lado nuestras cuestiones individuales
para construir un espacio común", subrayó y agregó que todos los
dirigentes de esa corriente política "tenemos conciencia de que lo
colectivo está por encima de cada uno de nosotros".
Se presenta así un nuevo actor en la escena política que ha
hecho mucho ruido con su aparición, luego de una importante maduración y un
trabajo de consolidación para presentarse en sociedad. Los desafíos están
planteados. Si la Argentina que queremos ha de tener bases sólidas expresadas
en políticas públicas consensuadas y en una institucionalidad que trascienda a
sus ocasionales representantes, el Frente tiene la gran oportunidad de dar el
ejemplo y demostrar que una organización democrática y republicana de la
sociedad es mejor a un esquema en el que predomina la voluntad encarnada en un
liderazgo omnisciente.
Economía a ciegas
El "modelo nacional de matriz diversificada e inclusión
social", hace ya varios años que no responde a nada de su larga denominación:
la trasnacionalización ha avanzado, la reprimarización también y la inflación
alejó a un conjunto de la sociedad que se había "arrimado al consumo" con la
extensión de la jubilación y la AUH que hoy pagan beneficios que, para algunos
especialistas, están por debajo de la línea de pobreza.
Es que esa línea, la borró el gobierno para que no se sepa a
cuantos ha dejado del lado sumergido. En un verdadero papelón del Ministerio de
Economía que mantiene a la gente de Guillermo Moreno al frente del Indec, la
gestión "Cokicillof" adujo problemas de "empalme" que resolverá desde la
metodología. Si tardaron tres años en la metodología del nuevo IPC, imaginemos
que hasta el fin del mandato no habrá estadística para conocer los niveles de
pobreza e indigencia.
Hasta entonces todo quedará en la retórica política: Jorge
Capitanich, Axel Kicillof y Carlos Tomada ya califican a los estudios privados
como operaciones de la oposición y buscan subterfugios para justificar "lo bien
que se está" luego de la "década ganada", siempre comparada con la
crisis de 2001.
Estudios del Observatorio de la Deuda Social de la UCA,
estiman que "en la Argentina la pobreza se ubicaría cerca de 30 y la
indigencia, en 10 por ciento, aún usando las canastas básicas medidas por el
INDEC"... ... "La pobreza bajó hasta 2010 y 2011, tendió a aumentar en
2012 y subió en 2013, medidas con los datos del INDEC. Lo que hay que señalar
es que la indigencia no subió tanto, (sino que) se mantuvo estable en 8 ó 9 por
ciento debido a la Asignación Universal por Hijo", sostuvo su titular
Agustín Salvia.
Otro dato falseado por el Ministerio de Economía - y
señalado desde esta publicación hace tiempo - es el del superávit comercial del
año 2013. El Indec "actualizó" ese resultado reduciéndolo en 1366 millones de
dólares sin dar explicación alguna.
El nuevo IPC, luego de un debut razonable: ¿será confiable
en manos de estos falsificadores de datos públicos? Es probable que siga los
pasos de las estadísticas falsas de un gobierno dispuesto a todo con tal de
seguir sosteniéndose en el poder. Para eso necesita no contradecir su "relato":
el aumento de la pobreza sería un misil en la línea de flotación de la versión
oficial de la historia reciente.
Mientras esto ocurre, en forma lenta, los efectos de la
devaluación de enero se van perdiendo y la corrosión inflacionaria colocará al
dólar en el casillero del retraso. Para peor, la reducción del nivel de
actividad - el aumento de las tasas pega duro en las Pymes - nos acerca a la
estanflación.
Lo que podría ser una buena noticia, es decir, la compra de
divisas por parte del BCRA, no es más que la advertencia de que pasada la
liquidación de la cosecha el segundo semestre sólo dejará la opción del
financiamiento internacional - aún cerrado - para pagar importaciones que hoy
están "pisadas" y que tienen en el rubro energético su cuenta más pesada. Vale
recordar que el BCRA está comprando mucho menos de lo que vendió en el verano y
que esa recuperación la deberá utilizar el país para pagar importaciones
necesarias para producir. Muchos dilemas para un gobierno débil.
Seguridad a tientas
La Ministra de Seguridad, Cecilia Rodríguez y su segundo
Sergio Berni asistieron a la comisión bicameral de Fiscalización de Seguridad
Interior, para hablar de un asunto de gran repercusión pública, en la misma
semana en que - además de los crímenes ya habituales - el senador Aníbal
Fernández fue asaltado, aquel que acuñó lo de la "sensación de inseguridad".
El encuentro al que los funcionarios y legisladores
presentes deben discutir un asunto álgido, debe hacerse sobre la base de la argumentación
política, porque los datos de criminalidad - al igual que los del Indec - hace
años que nos se elaboran. Así las cosas, Berni aceptó que hay 500 pistas
clandestinas de aterrizaje, asunto sobre el cual responsabilizó a la Justicia:
"Necesitamos flexibilizar la justicia. Agilizar las causas. Más juzgados
federales son bienvenidos, pero lo que le pedimos al presidente de la Corte
Suprema son secretarías especiales", solicitó.
El senador Gerardo Morales, le recordó a Berni en la
comisión, que el Jefe de Gabinete en su rendición de cuentas en el Senado había
asegurado que no había pistas clandestinas, mostrando que existen grandes
contradicciones en asuntos de vital importancia para la ciudadanía.
La información que es tan valiosa para gobernar - la
información es poder - está dejando de ser producida por el gobierno y pasará a
manos privadas, porque es un espejo que le devuelve a la presidente una imagen
que no le gusta. Tal vez tampoco repare que cuando inaugura con Florencio
Randazzo los nuevos trenes chinos del Ferrocarril San Martín - fabricados en
China - soslaye el hecho de que en su gestión la reindustrialización tan
mentada es otro de sus espejismos.
En la década de l940, China estaba en plena revolución
agraria y los Ferrocarriles Argentinos se fabricaban aquí. Hoy, después de las
tasa de crecimiento más espectaculares de la historia argentina, vendemos a
China soja a granel a cambio de trenes de última generación. El relato hace
agua por todas partes.