Implementación de la "Doctrina Aznar" en España
miércoles 27 de noviembre de 2013, 09:00h
Al cabo
de 4 décadas, la crisis económica , la desafección política de la sociedad
española motivada por los sangrantes casos de corrupción de la élite
político-económica y el creciente descrédito de la institución Monárquica han
hecho revisar tales esquemas, incluida la tesis de la supuesta reconciliación
nacional propagada por la "mass media" de la época de la Transición , todavía
pendiente de su finiquito legal. Así, el grupo de trabajo de la ONU sobre
desapariciones forzadas ha concluido en su informe preliminar que "el Estado
español debería asumir la tarea de esclarecer las más de 114.000 desapariciones
forzadas que se produjeron en España durante la guerra civil y la dictadura
franquista" y ha lamentado que no haya "ninguna investigación judicial
efectiva en curso ni ninguna persona condenada", lo que atribuyen a
"una combinación de diversos factores, como la interpretación de la Ley de
Amnistía de 1977", (conocida como Ley de la Reconciliación en la terminología
transicionista).
Parafraseando
a Wright Mills en su libro "The Power Elite (1.956), el establishment del
Estado español estaría formado por las élites financiera-empresarial,política,
militar, jerarquía católica,universitaria y mass media del Estado español que
serían los herederos naturales del legado del General Franco y que habrían
fagocitado todas las esferas de decisión (según se desprende de la lectura del
libro "Oligarquía financiera y poder político en España" escrito por el
ex-banquero Manuel Puerto Ducet), iniciando asimismo una deriva totalitaria que
habría ya convertido a la seudodemocracia española en rehén del establishment y
que tendría como objetivo último la implementación en el próximo quinquenio del
"Estado Tardofranquista".
Dicho
nuevo Estado beberá de las fuentes del centralismo jacobino francés y del
paternalismo de las dictaduras blandas y vendrá refrendado por iniciativas como
la aprobación de la nueva Ley de Educación (Lomce);el rechazo del Grupo Popular
a la proposición no de ley de IU para "sancionar penalmente los actos de
apología de la dictadura franquista así como la actividad delictiva de los
grupos de ultraderecha", la implementación de la censura en Internet tras el
cierre decretado por la AN de la web "Ateak Ireki" y la previsible modificación
del Código Penal para constriñir hasta su nimiedad los derechos de huelga,
reunión y manifestación.
Asistiríamos
pues a la escenificación de una lucha enconada entre un Tribunal Supremo,
devenido en garante y tabla de salvación de las élites político-financieras del
establishment inmersas en el top-ten de la corrupción, el nepotismo y el
tráfico de influencias y el Tribunal Constitucional convertido en el último
reducto de la resistencia democrática ante la progresiva implementación del
nuevo Estado Tardofranqista. Dicho nuevo Estado beberá de las fuentes del
centralismo jacobino francés y del paternalismo de las dictaduras blandas y
vendrá refrendado por iniciativas como la aprobación de la nueva Ley de
Educación (Lomce);el rechazo del Grupo Popular a la proposición no de ley de IU
para "sancionar penalmente los actos de apología de la dictadura franquista así
como la actividad delictiva de los grupos de ultraderecha", la implementación
de la censura en Internet tras el cierre decretado por la AN de la web "Ateak
Ireki" y la previsible modificación del Código Penal para constriñir hasta su
nimiedad los derechos de huelga, reunión y manifestación.
Así, no
sería descartable la próxima modificación de la actual Ley de Huelga a petición
de la CEOE y una nueva y agresiva reforma del Código Penal, en la que se
penalizará la resistencia a la autoridad (tanto activa como pasiva) y la
convocatoria de concentraciones violentas por cualquier medio de comunicación,
(incluido Internet y las redes sociales como Facebook, Twitter), con el objetivo
inequívoco de hacer realidad la frase de Fraga en su etapa de Ministro de la
Gobernación del régimen franquista ("La calle es mía"), a lo que se añadirá la
adopción en las ciudades gobernadas por el PP como Madrid, de medidas
anticívicas calcadas de la Ley franquista de Buen Gobierno (1948) y la
posterior implantación en todo el Estado español de un clon de la Ley de Vagos
y Maleantes (ley nacida en la II República y adoptada por aclamación por el
régimen franquista).
Finalmente,
asistiremos a la implementación de la Doctrina Aznar que tendría como ejes
principales la culminación de la "derrota institucional de ETA para
impedir que el terrorismo encuentre en sus socios políticos el oxígeno que le
permita sobrevivir a su derrota operativa"
y el mantenimiento de la "unidad indisoluble de España ", lo que se traducirá en el finiquito de la representación
institucional lograda por EH Bildu en base al apoyo popular mediante la
ilegalización del partido abertzale Sortu
tras la remisión por UPyD a la Fiscalía
del TSJPV de una denuncia penal contra el presidente de Sortu, Hasier Arraiz,
al que acusa de «justificar y reivindicar» la actuación de ETA y en la
prohibición de la celebración del referéndum sobre la independencia en
Cataluña, medidas que conllevarán el
final de la más larga experiencia seudodemocrática de la historia del Estado
española (35 años).
GERMÁN
GORRAIZ LÓPEZ- Analista