Recuperar la memoria para enfrentar el futuro
domingo 26 de mayo de 2013, 22:58h
Por estos días recordamos la gesta de mayo, uno de los
momentos fundacionales de la patria, sustentado en la búsqueda de la justicia y
la igualdad. Coincide este año con un momento muy difícil del país, y con el
aniversario de la década más desaprovechada en la historia para un crecimiento
sostenido que incluya a todos los sectores sociales.
La semana de mayo nos retrotrae necesariamente a ese momento
fundacional de la patria. Los protagonistas de entonces no sabían que iban a
ser próceres, que en el futuro sus nombres iban a honrar plazas, calles,
ciudades y paseos. Por el contrario, eran hombres dominados por la
incertidumbre y la perplejidad, hombres que, además, estaban obligados por
circunstancias que no eligieron, a tomar decisiones difíciles. No tuvieron
temor en cuestionarse ni en proponer cambios políticos y sociales que parecían
imposibles para su época; no solo los patriotas y los grandes líderes, sino
también las mujeres y hombres del común que quisieron opinar, decidir,
involucrarse en la vida de su país.
Entendían que su presente estaba plagado de alternativas,
discutían cómo querían vivir, bajo qué reglas. Los debates políticos, en las
calles, en las familias, se transformaron más tarde en décadas de guerras
intestinas, en las que muchos de esos argentinos dieron la vida por sus
ideales, porque creían en un porvenir distinto. Hasta que finalmente lograron
plasmarlos en la Constitución Nacional, que luego de tantas disputas, se asentó
sobre todas nuestras coincidencias como Nación, en los valores que nos hacían
ya ser quienes somos.
Los valores de justicia e igualdad guiaron a esos hombres
que cambiaron la historia, y anidaron en el pueblo argentino, que con la
educación y la cultura del trabajo completó esa tarea de definición de nuestra
identidad. Esos valores hicieron grande a la Argentina, eso define lo que somos
y nos diferencia de los demás. Por estos días tan difíciles que atraviesa el
país creemos que el único camino posible es recuperar la memoria de quiénes
fuimos para poder avanzar hacia el futuro.
Los hombres y mujeres de la Argentina nos merecemos un país
con esos valores, donde se respete al ciudadano y se pueda vivir en paz, donde
la educación y la cultura del trabajo sean las herramientas para el progreso
personal y social, en el que los funcionarios sean honestos y se vayan con lo
puesto al dejar el Estado; en el que los jueces puedan ser independientes y
ecuánimes. Esto es lo que sostiene nuestro tarea diaria, la de todos los que
conformamos la UCR, que creemos que otro país es posible, y que asistimos
azorados como la mayor parte de la sociedad, ante un gobierno ineficiente, que
abusa de su poder, que construye un relato mentiroso de la realidad, mientras
millones de argentinos están sumidos en el abandono y la desprotección.
Después de los diez años más fabulosos en cuanto a
oportunidades para dar un salto cualitativo, en lo económico, en lo social, en
los que hubiéramos podido comenzar un camino de crecimiento sostenido y lo más
importante, que incluya de verdad a todos los que habitan este país,
lamentablemente nos enfrentamos a una situación dramática, en todos los
aspectos de nuestra vida como Nación. Los argentinos no soportan más vivir con
la inseguridad, la inflación, la incertidumbre permanente, la falta de
oportunidades, el pisoteo a las instituciones, el abuso de poder, la
escandalosa corrupción y ahora, la reforma judicial y el blanqueo de capitales
a la medida de la impunidad total.
Este año tendremos la oportunidad de comenzar a cambiar. Las
elecciones legislativas de octubre permitirán modificar la conformación del
Congreso, paralizado por un gobierno que no permite tocar ni una coma de los
proyectos que envía; el mismo que no trató, ni siquiera en comisiones, los más
de 400 presentados por el radicalismo sobre temas de alto interés social. Ese
es el lugar donde le pondremos freno a este gobierno, para lo que vamos a
ofrecer nuestros mejores hombres y mujeres a consideración de la ciudadanía.
La UCR, como el principal partido de la oposición, asume el
desafío de canalizar organizadamente, en todo el territorio nacional, el
reclamo que la sociedad hace sentir en las calles. Vamos a honrar los 30 años
democracia defendiendo la Constitución y siendo columna vertebral de una
propuesta verdaderamente progresista, junto a las fuerzas con las que
compartimos valores como la educación, la honestidad, la transparencia y la
cultura del trabajo, los mismos que nos hicieron grandes y en los que seguimos
creyendo.
Mario Barletta
Presidente del Comité Nacional de la Unión Cívica Radical