Participó del acto de asunción de Maduro
Cristina visitó la tumba de Chávez y emprendió el regreso a la Argentina
sábado 20 de abril de 2013, 16:18h
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner visitó en
Caracas el Cuartel de la Montaña, donde descansan los restos del fallecido
líder venezolano Hugo Chávez, ante cuyo sepulcro depositó una flor y permaneció
unos minutos a solas, visiblemente emocionada.
La mandataria llegó minutos antes de las 11.30 al lugar,
ubicado en el populoso barrio 23 de Enero, uno de los más fuertes bastiones
chavistas de Caracas, acompañada por el ministro de Planificación Federal, Julio
de Vido, y los secretarios general, Oscar Parrilli; legal y técnico, Carlos
Zannini, y de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro.
Cristina ingresó al primer patio del cuartel y, sola, se
acercó hasta el sepulcro de mármol que contiene los restos de Chávez -fallecido
el 5 de marzo pasado-, siempre custodiado por cuatro soldados de uniforme
histórico, y depositó sobre él un lirio que llevaba en sus manos.
Inmediatamente, la Presidenta solicitó que se retiraran del
lugar tanto los funcionarios que la acompañaban como los periodistas argentinos
y venezolanos que estaban cubriendo la visita.
A partir de entonces, Cristina permaneció un cuarto de hora
a solas frente al catafalco, hasta que llegó la primera dama venezolana, Cilia
Flores, con quien visitó durante poco más de cinco minutos una pequeña capilla
que hay en uno de los ambientes que dan a ese patio.
Luego, ambas se dirigieron a un ambiente contiguo, un poco
más amplio, en el que fue montada una exposición fotográfica que registra
diversos momentos de la vida de Chávez, en la que se destacan imágenes de su
niñez, de sus primeros tiempos en la Academia Militar y otras en traje de
jugador de béisbol.
A las 12 llegó el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro,
y, tras los saludos de rigor, Cristina, junto al mandatario local y a la esposa
de éste, regresó al espacio donde está emplazado el sepulcro.
Allí, una formación militar rindió honores a los jefes de
Estado, según pudo escucharse desde el sector cercano en el que permanecían los
cronistas.
A las 12.20 Cristina se retiró del lugar, acompañada a pie
por Maduro hasta el automóvil que la esperaba frente a una entrada posterior al
cuartel -la que da a la plaza de armas- y, una vez en el vehículo, se dirigió
al aeropuerto de Maiquetía, en el vecino estado Vargas, donde abordó el avión
que esta tarde la llevaba de regreso a Buenos Aires.
Ni ella, ni Maduro ni ninguno de los miembros de sus
comitivas -entre los que pudo verse a la anterior embajadora argentina en
Venezuela y actual representante ante el Reino Unido, Alicia Castro, y al
ministro de Energía y Petróleo local, Rafael Ramírez- hizo declaraciones a los
periodistas apostados en el lugar.
La presidenta había llegado a Caracas en la mañana de ayer,
procedente de Lima, donde anteanoche se celebró una cumbre extraordinaria de la
Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) para analizar la situación de tensión
generada en Venezuela luego de que la oposición no reconociera el resultado de
la elección que el domingo pasado consagró a Maduro.
En ese encuentro, la Unasur exhortó a todos los venezolanos
a "reconocer los resultados", condenó "los hechos de violencia" que el lunes
causaron ocho muertos y al menos 60 heridos, y recomendó "el diálogo y la
tolerencia".
Cristina asistió a primera hora de la tarde de ayer a la
jura de Maduro en la sede de la Asamblea Nacional (parlamento) y luego se
recluyó en su hotel, con el propósito de reponerse de la severa disfonía con
que llegó a la capital venezolana.
Desde su cuarto, escribió anoche una serie de mensajes en su
cuenta de Twitter, en la que describió las actividades que cumplió en Lima y en
Caracas, y reveló sus sensaciones sobre la particular situación política vivida
esa semana por Venezuela.