Asamblea del FMI:
El Gobierno acusó a fondos buitres de tener "un tratamiento privilegiado"
lunes 15 de octubre de 2012, 18:32h
Durante la
Asamblea Anual del FMI y Banco Mundial, celebrada en Tokio,
Argentina presentó una declaración final que marca la posición del país, donde
criticó con firmeza el tratamiento que se le da a los fondos buitres.
"La
Argentina está afrontando un extraordinario, y a veces
ridículo desafío lidiando con los acreedores denominados fondos buitre, que
buscan tratamiento privilegiado a través de los litigios que presentan baches
legales, aún cuando adquirieron deuda soberana a centavos de dólar",
sostiene el texto que lleva la firma del ministro de Economía, Hernán
Lorenzino, y fue elevada por el secretario de Finanzas, Adrián Cosentino, quien
ofició como cabeza de la delegación argentina.
El documento fue enviado al Comité Monetario y Financiero
del FMI e incluye las posturas del resto de los países que integran la silla
argentina, que son Bolivia, Uruguay, Chile y Paraguay.
En particular, Lorenzino utilizó el ejemplo del actual
"intento de embargo" de la Fragata Libertad
en Ghana, para dar cuenta "del vacío legal en la arquitectura financiera
internacional" en este tipo de cuestiones.
El Gobierno argentino volvió a instar a favor de la
instrumentación de medidas que permitan dar por tierra con este tipo de
amenazas que suelen blandir los fondos buitres.
El documento recuerda que Argentina completó en un 93 por
ciento la normalización de la deuda en default, a través de operaciones
voluntarias de canje de pasivos que fueron rechazadas por los fondos buitres
que compraron los títulos que tienen en su poder "a centavos de
dólar".
Por caso, vale mencionar que Grecia también sufrió la
presión de este tipo de acreedores, y en sendos artículos de la prensa del
momento mencionaron a Kenneth Dart, el archienemigo de la Argentina, como el
beneficiario de un pago de deuda griega sin quita, aún después de que el país
heleno realizó la operación de canje, lo que lo ubicó en un nivel privilegiado
respecto del resto de los acreedores.
En el mismo texto enviado al Fondo, el Gobierno volvió a
criticar el rol de las calificadoras de riesgo, donde "los esfuerzos de la
argentina" por normalizar la deuda no se reflejan en las notas
crediticias.
En este sentido, ponderó los cambios realizados por Estados
Unidos y Europa, "que reforzaron la supervisión y regulación de las mismas
desde el 2010", y explicó que "desde el 2011 las calificadoras deben
revelar sus manuales de crédito y sus metodología las comisiones que aplican por sus servicios ante la comisión de valores
local" (CNV).
Asimismo, el Gobierno reiteró "su compromiso con la
comunidad financiera internacional, en donde la Argentina demostró que
puede trabajar con el FMI en la base del respeto mutuo y en el reconocimiento
de la soberanía argentina en la elección de sus elecciones de políticas".
El gobierno argentino, que no tiene en vigencia créditos con
el FMI, marcó el estado de su relación con el organismo multilateral: "nos beneficiamos de la asistencia
técnica del FMI para desarrollar un nuevo IPC (índice de precios al consumidor),
a nivel nacional; completados y publicamos los tres ROSC en regulación
financiera y supervisión (una evaluación conjunta del Banco Mundial y el FMI
realizada el año pasado sobre el sistema financiero), y estamos avanzado con el
staff del Banco Mundial y el FMI en el informe FSAP", un reporte
macroeconómico al que se someten los países del G20, expresó.
En el mismo documento, el Gobierno reiteró una vez más que
para salir de la crisis de deuda se necesitan políticas de crecimiento con
inclusión, muy contrarias a las políticas de "consolidación fiscal"
que pregonó el Fondo hasta el momento, con poco éxito.
De hecho, la administración argentina subrayó el texto donde
FMI reconoció a través de último Informe de Perspectivas Mundiales (WEO) de que
el organismo "pudo haber subestimado el impacto negativo de la
consolidación fiscal en varios países.
"Este reconocimiento es el primer paso que debería
derivar de que el FMI cambie su estrategia en Europa y repiense su posición en
lo que respecta a la resolución de la crisis y las reestructuraciones de la
deuda", lanzó el ministro en la declaración conjunta formulada en
representación de Bolivia, Uruguay, Chile y Paraguay, que hizo pública
Cosentino, antes de partir de retorno a Buenos Aires