Cuando Miguel Angel Moratinos, ministro español de Exteriores, molesto por las críticas de la alta representante de la Administración Bush a la posición española sobre el régimen de Castro, replicó el viernes a la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, que España mantiene más contactos con la disidencia cubana que los EE.UU, podría estar cometiendo una falta de autocontrol diplomático. Pero, desde luego, decía la verdad. Y estaba defendiendo la soberanía española en sus relaciones externas.
Lo cierto es que un importante disidente interno en la isla, representante de una plataforma de formaciones anticastristas, ha escrito una carta a Zapatero, mostrando su “preocupación” por la iniciativa española de diálogo con las autoridades de La Habana para llegar a un posible acuerdo, según se puso de manifiesto en la visita que el ministro Moratinos realizó a La Habana recientemente.
Así consta en un memorando con el tampón de “secreto”, enviado desde la embajada española en La Habana y al que tuvo acceso este diario. En el informe se detallan los contactos que un alto representante de la embajada –no el embajador, Carlos Alonso Zaldívar—mantiene con diversas personalidades representantes de los distintos grupos de disidentes cubanos.
Y fuentes diplomáticas españolas, que insistieron en que la señora Rice fue puntualmente informada de ello, añadieron que esos contactos “no siempre son fáciles, dada la dispersión y escasa unión entre algunos de los grupos disidentes en el interior y con los representantes del exilio”.
En todo caso, no todos ven de manera tan negativa como Rice las gestiones de Moratinos y su equipo en estos momentos de transición para el régimen castrista –transición especialmente complicada cuando el comandante Castro parece estar retomando sus funciones--. La asociación de empresarios españoles en Cuba, que preside Víctor Moro, ha escrito al ministro español agradeciendo sus gestiones en pro de una democratización gradual y pacífica en la isla.
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