La primera, en la frente. Tras la reunión del Consejo de Ministros, la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega no ha admitido la pregunta de un informador sobre que el Partido Socialista ha perdido las elecciones. “Niego la mayor”, respondió de la Vega, y a partir de ahí, un peculiar análisis desde el Gobierno sobre la actual situación política que se ha abierto tras las elecciones del 27-M. Un asunto que, sin duda, se ha visto en la mesa ovalada del Gobierno en Moncloa.
Primera cuestión: Navarra. “Durante los meses los populares han estado diciendo que el Gobierno quería vender Navarra”, inició De la Vega su exposición, y ahora, mientras piden un pacto para que Unión del Pueblo Navarro (UPN) gobierne la Comunidad Foral, en Canarias el PP “parece dispuesto a negar su apoyo al Partido Socialista y dárselo a un partido político que ha tenido menos votos, que es Coalición Canaria. ¿Cómo deben interpretar esto los ciudadanos? Creo que sólo tiene un nombre: oportunismo político”. Y añadió aún más: lo de Rajoy es “ventajismo político”.
Acto seguido, la retahíla de siempre cuando se quieren eludir los compromisos concretas, o las respuestas sencillas: el Gobierno considera, en boca de De la Vega, que las formas están muy claras en la Constitución y en las leyes, y que si las fuerzas políticas se ponen de acuerdo para gobernar, aunque individualmente no sean las más votadas, “es también expresión de la voluntad popular, de lo que han decidido los ciudadanos en estas elecciones”.
Lenguaje críptico, ya que la pregunta iba formulada sobre Navarra, pero un poco más clarificador en la siguiente respuesta de De la Vega: “La decisión sobre Navarra la toman los ciudadanos de Navarra y la respetaremos al ciento por ciento”. Y, para más de más, “el Gobierno que resulte estamos seguros que será para unir a los navarros, que aleje los fantasmas de la división y de la confrontación”. Si intentáramos leer entre líneas y lo uniéramos a lo anterior, habría que convenir que el PSN podría pactar con Nafarroa Bai para que Sanz no repita Gobierno. Pero, claro, no intentamos leer entre líneas, entre otras cosas porque otras informaciones revelan que los socialistas a nivel de Moncloa y Ferraz podrían haber llegado ya al acuerdo de abstenerse en Navarra, lo que facilitaría que UPN se mantuviera, al menos, al frente de la Comunidad Foral.
Simancas, a los leones
Pero Fernández de la Vega, como decimos, ha repartido a diestro y siniestro. Y en la siniestra, es decir, en su propias filas, ah dicho algo que se puede interpretar como que ha puesto a Rafael Simancas a los pies de los leones: “Es evidente que en Madrid hay que cambiar las cosas”, pero “la responsabilidad es de la organización socialista”. La ‘organización socialista’ es el Partido Socialista de Madrid (PSM), cuyo secretario general es, precisamente, el derrotadísimo Rafael Simancas.
No ha sido tan críptica la ‘vice’ en el caso del dimitido Miguel Sebastián, acaso por aquello de no hacer leña del árbol caído. Sólo quiso “dejar claro el respeto, el afecto y el agradecimiento del Gobierno por el trabajo que Miguel Sebastián ha realizado estos años en el Gobierno con su renuncia y entrega”. Una entrega encomiable, por lo que se ve, y una renuncia que para De la Vega “es un ejercicio de dignidad y de responsabilidad”.
En fin, que de cara al futuro, el PSM “va a hacer las cosas bien para que la situación cambie y para que dentro de cuatro años podamos recuperar lo que hoy hemos perdido: la confianza de los ciudadanos de Madrid”.
Simancas: ‘paganinis’ hay varios
Pero Rafael Simancas, por lo que se ve, no quiere ser el que pague los paltos rotos de la debacle electoral madrileña y casi como respuesta a De la Vega ha dicho que tanto él como Miguel Sebastián, son "corresponsables" de la derrota electoral que su formación sufrió el pasado domingo, cierto, pero que "no son los únicos responsables de lo que ha ocurrido en Madrid".
Simancas lo ha dicho en televisión, antes de que hablara De la Vega y como poniéndose la venda antes de la herida. Según él, que se enfrenta a gravísimas tensiones dentro del PSM, los perfiles de los dos candidatos "han sido importantes para el resultado electoral", pero "también existen otras causas para la derrota socialista, ya que también se ha perdido en otros municipios, además de en la capital".
Así que “el resultado electoral nos debe llevar a un análisis sobre por qué ha ocurrido lo que ha ocurrido y sobre el trabajo para renovar el partido, sus estructuras, su discurso y algunas caras como, por ejemplo, la mía".
Pero no sólo la suya, a tenor de la siguiente declaración: fue "un error" que Sebastián sacara la foto de Monserrat Cogulla y fue “un error”, según Simancas, el proceso que se utilizó para designar a Sebastián: "Tardamos demasiado en elegir un candidato, lanzamos a los ciudadanos un mensaje equivocado, pero una vez elegido Sebastián, todos estuvimos detrás de él. El diseño de la campaña fue conjunto, por lo tanto todos debemos ser corresponsables en el resultado". Ahora bien, quien tardó en designar candidato fue Rodríguez Zapatero y quien designó a Sebastián, también. ¿Es corresponsable, por tanto, Zapatero y se le debe ‘renovar’? No lo aclaró Simancas.
Si (
No(
