Los gallegos en el tango rioplatense

Hace años que casi pude impartir en Buenos Aires un cursillo especial sobre los emigrantes gallegos en el tango rioplatense. Digo casi porque teníamos todo armado con mi amigo Adolfo Lozano Bravo pero, por desgracia, este gran empujador de nuestra cultura falleció (21/V/2014) antes de anunciar el comienzo de mis charlas tangueras en el Centro Gallego de Avellaneda y en el Centro Gallego de La Plata. Los dos lugares de celebración eran donde impartía sus clases el muy comprometido hijo de un emigrante de la parroquia de Santalla de Dumpín en las lucenses tierras de Castro de Rei. Los sábados por la tarde serían en Avellaneda y los domingos por la mañana en La Plata.

El cursillo contaría con una invitada especial, Graciela Pereira, para el acto de clausura y entrega de diplomas de asistencia. Mi querida amiga que es nieta del municipio de Lalín por parte materna, iba a cantar, en gallego, los ocho temas que interpreta en su disco Nas beiras do Prata. Aunque Graciela es muy conocida en la colectividad por su activa participación en el Centro Gallego de Buenos Aires, llevaba muchos años sin cantar los temas de esta grabación del año 1999. Yo le comenté a Adolfo que me gustaría mucho que pudiese venir a la ceremonia de clausura la muy famosa cantante Amelita Baltar y así poderla homenajear en el salón de actos del Centro Gallego de Avellaneda. Por cierto, seguí insistiendo delante de la Consellería de Cultura para que Amelita recibiese el cariño que merece por su alta calidad artística y además porque corre sangre gallega por sus venas. El resultado a mi petición fue negativo aunque lo reiteré en varias oportunidades con diferentes propuestas. Una de ellas era que Amelita subiese al escenario en la Feria del Libro en Palermo ya que se tendría un total éxito de público asegurado. Se me ocurre hablar con Suso de Toro para que le haga llegar su última gran creación literaria (Un señor elegante) pues creo le va a interesar ya que es una biografía de un noble miembro de su familia, el doctor Ramón Baltar Domínguez.

Aquel proyecto de cursillo o Seminario Intensivo que no pudo realizarse tenía prevista una duración de un mes y medio y por eso es que el programa se dividía en seis fines de semana. Los temas a desarrollar eran los siguientes: I) La llegada de los emigrantes. Buenos Aires y Montevideo. El crecimiento demográfico en dos puertos rioplatenses; II) Los barrios gallegos. La vivienda del tango. Los conventillos. El empleo entree 1870 y 1930; III) Una danza. Entre gauchos, negros y mate. Los lugares de baile. El tango en el teatro; IV) El lenguaje del tango. Los autores y las letras. Galleguismos en el lenguaje popular rioplatense; V) Un inmenso creador llamado Carlos Gardel (Carlos Escayola Oliva) y los gallegos que conoció; VI) Cinco gallegos para el tango (Barreiro, Calvo, Parada, Soliño y Vázquez Vigo).

Las líneas que escribo son para intentar que alguien (sea una persona individual o una entidad) en la capital argentina o uruguaya, muestre interés en mi ofrecimiento. Quiero ir a la orilla sur porque pienso que hablar del tango de los emigrantes ayudará a nuestros herederos a mantener activo el fuego cultural de la tierra de Rosalía de Castro. Quiero ir porque estoy preocupado al ver el desmoronamiento de la colectividad emigrada pero confío en la fuerza emotiva de los descendientes. Son miles los argentinos y uruguayos que sienten en su corazón a sus ancestros y no olvidan el esfuerzo de sus honrados abuelos. Además, siendo sincero, tengo que decir que el viaje me permitirá cumplir el deseo de gritar un gol de Peñarol en el montevideano Campeón del Siglo y morfarme una sabrosa pizza en el porteño El Cuartito.

Manuel Suárez Suárez