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Alega "motivos personales"

Terciado presenta su dimisión como presidente de la patronal abulense

Terciado presenta su dimisión como presidente de la patronal abulense

La Fiscalía investigará su etapa al frente de Cecale por las cuotas reclamadas a una empresa para impartir cursos

Por Redacción/Agencias
lunes 10 de noviembre de 2014, 12:49h
El presidente de la patronal abulense (Confae), Jesús Terciado, ha presentado este lunes su renuncia al cargo "por motivos personales", según ha anunciado la Ejecutiva de la organización empresarial.   

Esta dimisión se suma a la presentada el pasado miércoles, 5 de noviembre, por Terciado de su cargo como presidente de Cepyme y "con efectos inmediatos" ante las dificultades para elegir a la persona que ostentara la delegación de las funciones de la Presidencia de esa confederación.   

Los ochos miembros de la Comisión de Régimen Interno de Cepyme, que preside Antonio Garamendi, vicepresidente de la organización y candidato a la presidencia de la CEOE, pidieron a Terciado que dimitiera, a pesar de su intención de apartarse en un principio solo temporalmente.   

Sin embargo, los miembros de la comisión se decantaron por pedirle su dimisión en una votación secreta por unanimidad.

Investigación

Por otra parte, el Juzgado de Primera Instancia número 1 de Valladolid ha solicitado a la Fiscalía que investigue un supuesto delito de corrupción en el sector privado en la etapa en que Jesús Terciado ocupaba la Presidencia de la Confederación de Empresarios de Castilla y León (Cecale).   

Se trata de esclarecer si la patronal dirigida por Terciado, quien el pasado miércoles se vio obligado a dimitir de la Presidencia de Cepyme por posibles delitos de falsedad, estafa y apropiación indebida, reclamaba cuotas a las empresas por ser seleccionadas para prestar servicios y si éstas aportaciones eran acordadas con la patronal como un porcentaje (del 10 al 20%) del total facturado por los servicios prestados. Es decir, si había un retorno de la subvención pública de la que supuestamente se beneficiaría la propia Cecale.   

El origen de esta trama, según una información del diario ABC en Castilla y León, se remonta a octubre de 2013, cuando una empresa que realizaba cursos de formación por mediación de Cecale le reclamó 230.000 euros.  

Se trata de la Escuela Empresarial Platón S. L. de Valladolid, a la que la patronal regional concedía la mayor parte de los cursos financiados con los fondos procedentes de la Junta de Castilla y León.   

Tanto es así que entre 2008 y 2012 en la etapa de Terciado como presidente y de Héctor Arias como secretario general, la firma recibió más de 1,7 millones de euros por impartir dichos cursos. La empresa alega que adelantó a Cecale 230.000 euros en concepto de diferentes fianzas supuestamente vinculadas a la concesión de cursos subvencionados por el Ecyl, mientras que Cecale argumenta que esa cantidad corresponde a una cuota por asociado, dato que cuanto menos sorprende por ser una cantidad muy elevada para una empresa con menos de diez trabajadores.   

El juicio comenzó el pasado miércoles en el Juzgado de Primera Instancia número 1 de Valladolid, donde García Arias declaró como testigo. Sus argumentos no convencieron al juez, que de inmediato trasladó la denuncia a la Fiscalía al advertir que las sumas reclamadas pudieran ser realmente cantidades abonadas por la empresa con la única finalidad de conseguir y mantener la contratación de los cursos de formación subvencionados con fondos públicos, conducta que pudiera ser incardinable en al art. 286 bis del Código Penal, el denominado 'delito de corrupción entre particulares' o también conocido como 'corrupción en el sector privado'.   

Esta forma de trabajar también es cuestionada por la consultora KPMG, que antes de verano elaboró una auditoría externa encargada por la nueva Junta Directiva, con Santiago Aparicio a la cabeza, tras comprobar el estado de bancarrota y la falta de viabilidad económica en la que había dejado a la organización la gestión de Terciado y García Arias.   

En su informe, KPMG recoge que la patronal cuenta con tres vías de ingresos a través de cuotas, una de ellas denominada 'empresas asociadas con relación comercial', cuyo principal proveedor sería la Escuela Platón.   

El procedimiento ha sido también cuestionado por KPMG, que, sin entrar en cuestiones jurídicas ni penales, reconoce que no están contempladas en los Estatutos de la Sociedad y se aleja de las buenas prácticas de gestión empresarial.
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