Incomprensible actitud de Arroyo Salgado
Muerte de Nisman: la querella no se presentó y se postergó la entrega del informe de la junta médica
viernes 15 de mayo de 2015, 19:22h
Los peritos que participaron de la junta médica
que generó
respuestas para los 24 interrogantes planteados por la fiscal Viviana Fein en
torno a la muerte de Alberto Nisman no lograron estampar la firma al informe
final que ya está elaborado, porque los peritos de la querella no se
presentaron a la hora acordada para dar por terminado el trabajo formal.
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Los miembros de la junta médica esperaban
entregarle hoy el informe a la fiscal que conduce la investigación
por la muerte del titular de la
UFI-AMIA, pero la ausencia de los peritos designados por la
jueza Sandra Arroyo Salgado demoró hoy la firma conjunta del
texto, algo que finalmente ocurriría el próximo
martes.
Trece peritos, entre los que estaban los que practicaron la
autopsia, los legistas de la
Policía
Federal y el representante del imputado Diego Lagomarsino se
presentaron hoy a las 8.30 en el Cuerpo Médico Forense para
participar de la lectura del informe -con sus disidencias-, estampar su rúbrica
en los folios y dar por concluido su trabajo.
Una hora y media más tarde levantaron la
audiencia sin que hubieran llegado los forenses Osvaldo Raffo y Julio Ravioli,
quienes concurrieron a la sede del Cuerpo Médico Forense más
tarde y ya sin la presencia de sus colegas con los que, al margen de las
diferentes posturas, deberán firmar el documento.
El documento de los peritos del dictamen mayoritario, cuyos
criterios permitirían considerar que se trató de
una muerte auto infligida, ya estaba listo la semana pasada, y acuerdan en
grandes rasgos con el informe original de los forenses Héctor
Di Salvo y Fernando Trezza, que realizaron la autopsia.
Si embargo, siguiendo normas en uso, el plazo para los
peritos que quisieran plantear sus disidencias se extendió
hasta el miércoles para que completen su presentación,
explicó
una fuente de la investigación.
"Esperamos hasta hoy y no llegaron, pero cuando lo
hicieron la mayoría ya se había retirado, por lo que
tampoco lo podían leer y firmar", agregó.
Los peritos por parte de la querella concurrieron tarde al
encuentro porque consideraron que no tenían que participar de
la lectura del informe completo antes de ser entregado -también
se habían
ausentado durante buena parte del debate- y quisieron introducir sus documentos
para que luego todos sus colegas los firmaran, algo que se negaron a hacer
quienes aún
no se habían
retirado bajo el argumento de que primero deberán
leer los documentos, indicaron las fuentes con acceso a la investigación.
Durante la etapa de los debates hubo fuertes discusiones que
se produjeron en torno a algunas de las 24 preguntas formuladas por Fein y en
especial a la supuesta rigidez que mostraba el cuerpo de Nisman, según
el primer informe.
Una de las novedades sería que existiría
un consenso mayoritario en que no existió espasmo cadavérico,
lo que explicaría por qué el arma se deslizó
luego del disparo hasta quedar abajo del cuerpo y no le quedó al
fiscal en la mano.
"Eso no prueba que haya sido asesinado sino
simplemente que la muerte no fue instantánea, que hubo aunque
sea una corta agonía", explicó
una fuente para quien, en cualquiera de los dos casos, "podría
haberse disparado él o no".
Por otra parte, la pericia técnica
indicó
que su computadora personal se abrió en la mañana del domingo
desde su propio dispositivo y no desde el exterior, lo que reforzaría
la hipótesis
de que Nisman murió ese día y no en la noche del sábado
como planteó la querella encabezada por
la madre de las dos hijas del fiscal, Arroyo Salgado.
Estas incógnitas comenzarán
a despejarse partir del martes, cuando los peritos médicos
se presenten nuevamente para firmar el documento en conjunto. Una día
después,
según
el cronograma vigente, también entregarán
su dictamen los peritos criminalistas.
En base a los informes de las juntas de peritos médicos
y criminalistas, la fiscal Fein pretende modificar la carátula
de la causa que investiga la muerte de Nisman quien el 18 de enero apareció
tirado en el baño de su casa con un tiro en la cabeza.
El único imputado en la causa es el colaborador informático
de Nisman, Diego Lagomarsino, por ser el dueño del arma desde la que salió
el disparo que acabó con la vida del fiscal.