lunes 27 de abril de 2015, 18:03h
Si alguna habilidad política tiene el actual gobierno, es
que sus juglares principales han logrado llevar el debate de los temas
importantes que hoy predominan en la sociedad argentina, al terreno que más les
conviene, planteando las preguntas equivocadas, o falsos dilemas.
Así ha pasado, por ejemplo, con la denuncia del fiscal
Nisman o con su propia muerte.
En lugar de estar discutiendo lo que se infiere de las
escuchas telefónicas conocidas, o de las investigaciones periodísticas
internacionales, en torno a triangulaciones y movimientos de bienes y fondos
entre la Argentina, Venezuela, e Irán, la denuncia fue "archivada" y ahora
estamos discutiendo quienes han sido los supuestos autores intelectuales de la
denuncia falsa contra el inocente gobierno argentino. (Cuando, por no
investigarse, no se sabe aún, cuan falsa es la denuncia. La justicia ha
determinado que "no hay delito", no que los elementos presentados no sean ciertos).
Lo mismo sucede con la propia muerte del fiscal.
La Presidenta dijo "no tener pruebas, pero no tener dudas"
de que se trataba de un asesinato. Pero, desde ese momento, nunca más se
expresaron las "dudas" y tampoco se han presentado las pruebas que ratifiquen o
rectifiquen la hipótesis del suicidio o del asesinato. ¡Y hasta se ha llegado a
sospechar de la madre del fiscal!.
Salvando las distancias, y sobre un tema muy menor en
comparación con lo arriba comentado, algo similar ha sucedido con el debate
sobre la existencia o inexistencia del cepo cambiario o las consecuencias de su
eliminación.
Resulta curioso, un día se lo acusa a Macri de
"irresponsable" por querer levantar el cepo inmediatamente, si llega a la
Presidencia. Al otro día, se dice que el cepo no existe. ¿Cómo puede alguien
ser calificado de irresponsable por querer eliminar algo que no existe?
Lo cierto es que el Ministro de Economía ha logrado poner a
todos "a la defensiva", pidiendo explicaciones sobre cómo van a levantar el
cepo, y administrar las reservas, si llegaran al poder.
Pero esa es la discusión que al Ministro y al oficialismo le
conviene.
Como ya le conté, las restricciones existentes en el mercado
de cambios, tanto para exportadores, importadores, empresas que quieren girar
dividendos, o particulares o empresas que quieren ahorrar en moneda extranjera,
viajar, etc. se introdujeron para no reconocer el verdadero precio del dólar,
en un contexto de descontrol fiscal financiado por el Banco Central, con
emisión de pesos.
Es decir, para evitar que la inundación de pesos, que se
generaba y la huida del dinero que la alta inflación provoca, se reflejara en
el precio del dólar oficial, en una pérdida de depósitos o en la desaparición
de las reservas, hubo que recurrir a las restricciones, prohibiciones,
limitaciones mencionadas. (100 pesos de octubre del 2011 equivalen, en poder de
compra local, a 33 pesos de hoy, aproximadamente).
Pero la introducción del cepo, no evitó la pérdida de
reservas, sólo la hizo más lenta. (Cayeron 16000 millones de dólares).
Además, el mercado marginal que se crea al introducir las
restricciones y la "brecha de precios" resultante, influye sobre la tasa de
inflación, frena el ingreso de capitales para financiar inversiones y pagos,
desploma las transacciones inmobiliarias.
Como hubo que racionar importaciones, se estancó la
producción.
Con producción estancada se frenó la creación de empleo
privado. Y el precio "artificial" del dólar oficial, en el contexto de
descontrol fiscal y monetario inflacionario, generó atraso cambiario,
desalentando las exportaciones en el marco de un escenario global, con baja de
precios de los commodities y fortaleza del dólar.
Todas las economías de las regiones argentinas están
destruidas y la economía ahora sí, vive la "paz de los cementerios".
Por lo tanto, no son los economistas de la oposición los que
tienen que explicar cómo levantarían el cepo. Son los economistas del
oficialismo, los que tienen que explicar cómo, en este escenario internacional
y regional, con la continuidad de estas políticas, descontrol fiscal financiado
con emisión y deuda, estos precios de la energía, esta tasa de inversión y el
cepo, van a poder lograr que la economía salga del estancamiento actual y
vuelva a crecer.
Los irresponsables no son los que quieren levantar el cepo.
Los irresponsables son los que lo impusieron, a costa de
hipotecar el futuro.