El optimismo tiene un nombre: Mariano Rajoy
lunes 27 de abril de 2015, 17:59h
Dicen que Mariano Rajoy está cambiando su política de
(in)comunicación. A los contactos reservados con algunos periodistas y con
algunos empresarios, a sus 'salidas a la calle' previstas para los próximos
mítines, ha añadido la convocatoria de un acto multitudinario, con el que la
agencia Europa Press conmemoraba sus diez años de 'desayunos políticos'. Así
que Rajoy acudió al desayuno, flanqueado por muchos de los suyos, desde la
vicepresidenta, cuatro presidentes autonómicos, los presidentes de las cámaras
legislativas y siete ministros, hasta
los altos cargos del partido, comenzando por la secretaria general. Todas las
'tendencias' del PP estaban allí representadas en torno al hombre que las
unifica y que ordena y manda sobre todos.
Allí, el presidente del Gobierno fue desgranando su
oficial-optimismo, repitiendo lo bien que está yendo la trayectoria de la
economía -a lo que dedicó la mayor parte del evento-y la escasa necesidad de
reformas, especialmente constitucionales, que tiene el país. Nada de cambios de
caras, nada de sorpresas...y que nadie se inquiete por su futuro personal:
tiene la firme intención de seguir siendo candidato ante las presidenciales de
diciembre -así lo sugirió, para descartar, tras un titubeo, que vaya a hacer
coincidir las generales con las catalanas del 27 de septiembre--. Pase lo que
pase el 24 de mayo, que lo que pasará será bueno, de acuerdo con el optimismo
inveterado que derrocha Don Mariano Rajoy.
"Confíen en mí, les irá bien", dijo Rajoy a sus
entusiastas interlocutores. No parece inquieto por la proliferación de rumores
sobre 'fracturas' en el PP y en el Ejecutivo, está seguro de que el crecimiento
este año será del 2'9 por ciento y de que entre el pasado año y este se creará
un millón de empleos, aunque tuvo un 'lapsus' y fijó inicialmente esta subida
en solamente medio millón. Claro, Rajoy estaba en campaña -todos lo están ya--,
pero quienes le escuchaban no necesitan tantas promesas de bienestar futuro
para aplaudirle: estaba entre los suyos.