¿El sutil encanto del antisemitismo?
viernes 24 de abril de 2015, 10:28h
"Los
fondos buitres, Nisman, la AMIA
y la DAIA son
todo lo mismo". Es claro lo que quiso
decir la
Presidenta Cristina: Paul Singer es el nombre del CEO de NML
Capital Fund que pleiteó -y ganó- en el juzgado del juez Griesa, es
decir,"todos son judíos".
Este mensaje es el peor que escuché en la boca de un
Presidente de la
Nación respecto de la Comunidad
judeo-argentina, a la que pertenezco, en mucho tiempo. No me siento perseguido,
pero sí maltratado como tantos millones de argentinos que recibimos casi
diariamente alguna agresión por parte de la Presidenta Cristina.
Como
mínimo, 60% de los argentinos somos calificados como "el enemigo", la
"anti-patria", la "conspiración internacional", frente al "modelo Nacional,
Popular y Antiimperialista" que ella dice representar.
Un día
son "los Quom", otro día los sembradores del "yuyito", luego les toca a los
"narco-socialistas" o el "monopolio mediático". Antes era el "Cardenal
Bergoglio", que actuaba como "jefe de la oposición". También fue "Juan José
Campanella" o "Ricardo Darín" y el mismísimo "Marcelo Tinelli", que pasa de
"amigo a enemigo y viceversa" conforme se arrima o se aleja del calor oficial.
No nos olvidemos de la "loca y sucia Lilita Carrió" o del "patriótico" o
"gángster" Moyano o del "querido Vasco" de Mendiguren o el "traidor Massa" o el
"vago Macri", etc, etc.
Los
judíos no estamos solos. Podíamos ser "buenos" e invitados a Nueva York para
acompañar las denuncias en las Naciones Unidas contra Irán. Claro que nos
transformamos en "el diablo" cuando nos negamos a convalidar el vergonzoso
"acuerdo" con Irán.
Los
malvinenses deben aprender que también a ellos los maltratamos por ser
argentinos. Si los consideráramos verdaderamente ingleses, los trataríamos tan
bien como a algunas compañías extranjeras con las cuales suscribimos acuerdos
secretos: con garantías de ganancias, exenciones de impuestos, plazos eternos, adjudicaciones
directas...
Y los
más beneficiados de todos.... los narco-traficantes y los contrabandistas de
personas, armas, whiskey y cigarrillos: a ellos les regalamos la tierra, el
aire y el mar sin radarización ni control satelital alguno. "Bienvenidos a Argentina",
rezan los carteles desplegados en nuestra inmensa frontera. A eso lo llamamos
"la defensa de la soberanía nacional".
No nos
quejemos los judíos, si hasta tenemos un Canciller y un Ministro de Economía
que aplauden cuando nos insultan.
El que quiera
ver, que vea; el que quiera escuchar, que escuche; el que quiera consentir, que
consienta. Lo que no podemos es quejarnos de nuestro destino común si no
podemos, en democracia y por mayoría, terminar con semejante destrato.
Diego R. Guelar,
Secretario de Relaciones
Internacionales de PRO