Para Aníbal Fernández "es una torpeza" hablar de tregua entre el Gobierno y los jueces

El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, dijo que es una "torpeza" pensar que el Gobierno pueda negociar con jueces y fiscales una "tregua" hasta el 10 de diciembre, y afirmó que hay "un grupo chico" dentro del Poder Judicial que "quiere jugar a la política" y debe "volver a su cauce".
 
"Es una torpeza eso", contestó el jefe de Gabinete en declaraciones a la prensa en la puerta de Casa de Gobierno, al ser consultado sobre una información periodística que hablaba de que el gobierno negocia una "tregua" con jueces y fiscales hasta diciembre.
 
"Muchos jueces y fiscales han hecho un trabajo encomiable y merece tenerles respeto por su esfuerzo cotidiano, pero hay un grupo chico que quiere jugar a la política y perturban el normal desenvolvimiento de la República", afirmó Fernández.
 
Para el funcionario, "estas personas tienen que volver a su cauce y se tienen que dedicar a lo que tienen que dedicarse, sin que se mezcle una cosa con la otra".
 
Arroyo Salgado "dice cosas que son llamativas", al referirse al informe que presentó


El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, dijo que es una barbaridad que no se haya permitido hacer una pericia a los teléfonos y a la computadora del fallecido fiscal 


 Aníbal afirmó hoy que es una barbaridad que no se haya permitido hacer una pericia a los teléfonos fijos o celulares y sobre la computadora del fallecido fiscal Alberto Nisman y también sostuvo que la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, ex esposa Nisman "dice cosas que son llamativas", en el informe que presentó la semana pasada a la prensa.


Al ser abordado hoy por los periodistas, al ingresar a la Casa de Gobierno, dejó en claro que Arroyo Salgado "con todo el derecho del mundo hizo una presentación" pero aclaró: "presentó un informe, no es una pericia; está hecha con fotos y videos" y al respecto recordó que el Código Procesal establece que cuando se va a realizar una pericia de peritos de parte, contratada, debe estar presente el perito oficial y si no está hay que solicitar a quién está llevando la investigación que nombre un perito. Como en este caso no ocurrió "no deja de ser un mero informe", dijo Aníbal Fernández.


Sostuvo luego que es una locura que no se hayan permitido las pericias a los teléfonos y a la computadora de Nisman, máxime que "fue la querella la que dice que el domingo a las 8 de la mañana fue utilizada la computadora", dijo. 


"Misteriosamente dicen que para guardar la intimidad de Nisman no se habían tocado", dijo y analizó que "con ese mismo criterio, para respetar lo que dice la ley judía, no se debería haber hecho la autopsia".


Asimismo dejó en claro que "no hay colisión entre dos pericias: hay una sola realizada a pedido de la fiscal (Viviana) Fein, que llevó a cabo un equipo con enorme prestigio, y la otra es un informe hecho por profesionales con algún reconocimiento".


El jefe de Gabinete remarcó que Arroyo Salgado "tiene todo el derecho del mundo a contratar a peritos y que éstos trabajen en función de lo que se les pide, pero no han trabajado sobre el cadáver", sino que "analizaron fotos y videos".


En tanto, destacó que la autopsia oficial "fue realizada por un cuerpo médico forense de enorme prestigio, con la presencia del decano", mientras que el informe de Arroyo Salgado "llama la atención" y cuestionó particularmente al forense Osvaldo Raffo, quién encabezó el equipo contratado por la magistrada.


"Nada que ver lo que escribe con lo que está diciendo en este momento. Llama la atención", dijo el jefe de Gabinete.


Finalmente, volvió a apuntar sobre Diego Lagomarsino, el técnico informático que le prestó el arma a Nisman, al señalar que pudo haber sido él quien activó la computadora del fiscal el domingo a la mañana "a través de un programa troyano, con el que se puede entrar a la computadora en forma remota".


"La fiscal Fein nos dijo que Nisman no se defendió en ningún momento, entonces fue alguien conocido. Alguien que supiera que tenía una pistola en la casa, donde estaba y si funcionaba", concluyó.