Ex Ministro de la Corte Suprema
Zaffaroni insistió en que "buscan desestabilizar a partir de una denuncia descabellada"
jueves 19 de febrero de 2015, 09:49h
El penalista y ex miembro de la Corte Suprema de Justicia de
la Nación, Raúl Eugenio Zaffaroni, se refirió a la marcha de ayer convocada por
fiscales y analizó que "estamos ante un momento de tentativa de
desestabilización".
Zaffaroni consideró que esa tentativa " es generada a
partir de una denuncia absolutamente descabellada, sin sentido jurídico, y que
además es una construcción de detalles absolutamente increíbles".
"Yo no puedo creer que en la denuncia de Nisman se
plantee que al gobierno, que tiene el manejo de las relaciones internacionales,
se le ocurra usar a Luis D' Elía como vía diplomática alternativa. Es un
absurdo", afirmó Zaffaroni luego de participar en la Facultad de
Periodismo de la Universidad de La Plata, como integrante del tribunal
evaluador, de la defensa de tesis doctoral del aspirante Flavio Rapisardi.
Durante la entrevista, el ex ministro de la Suprema Corte y
director de la maestría en Comunicación y Criminología que se dicta en esa
Facultad, enfatizó que en la denuncia del ex fiscal Nisman "se da por probado
todo lo que dicen una serie de 'buscas'. En las escuchas telefónicas no aparece
ningún funcionario del gobierno ¿Pruebas de qué? De una supuesta confabulación,
de un plan, que aún si hubiera existido no tiene principio de ejecución, y si
no hay principio de ejecución no hay tentativa, y si no hay tentativa no hay
delito".
"Yo no sé quién hizo ese escrito, pero se nota que en él
intervinieron varias manos. Para mí es un borrador, no contiene consideraciones
jurídicas, no respeta el estilo jurídico. Se nota que hay reiteraciones, y al
mismo tiempo faltan remisiones que son propias del estilo jurídico. Al final se
intenta una especie de síntesis, que sale más o menos. O sea, me da la
sensación que se trató de materiales de algo que iba a ser un escrito y que fue
resuelto de urgencia", agregó Zaffaroni.
Además, aclaró que "por más que un fiscal tenga que
acusar, debe mantener cierta imparcialidad porque lo alcanzan las mismas
incompatibilidades que a un juez. Por ejemplo, uno no puede ser fiscal de un
caso en el que intervenga su ex mujer".
"Pero acá, hay un interés personal de Nisman: su
denuncia tiene un lenguaje tremendamente enfático contra la Presidenta, y
enfático con respecto a defender la verdad judicial del proceso AMIA, que es de
su propia autoría. O sea que está defendiendo su acción como fiscal. Ese
disparate, ese borrador, genera, junto con los medios masivos, esta tentativa
de desestabilización", agregó.
Otra cuestión a la que se refirió el ex ministro de la Corte
fue sobre las alertas rojas de Interpol: "¿Cómo se puede pensar que el
Canciller va a presentarse ante el titular de Interpol y pedirle el favor de
levantar las alertas? Es otro absurdo. Incluso el propio Noble (secretario
General de ese organismo) desmintió que hubiera existido un pedido de ese
estilo".
Acerca de la reciente presentación del fiscal Pollicita, que
retomó la denuncia original de Nisman y la presentó ante el juzgado federal de
Rafecas, el reconocido penalista dijo: "No sé cuál será el destino de esta
presentación de Pollicita, que es un resumen de lo de Nisman. Ocurre que la
denuncia de Nisman no contiene actos que puedan ser considerados típicos de algún
delito".
"Por eso, aún en caso de ser verdad, estaríamos en
presencia de actos preparatorios que nunca llegaron a la etapa de ejecución. El
artículo 42 de nuestro Código Penal es claro: hay tentativa cuando existe
comienzo de ejecución. El memorándum con Irán, según la supuesta conspiración
que denunció el ex fiscal de la causa AMIA, es un acto preparatorio",
resumió.
El jurista dijo que "según Nisman, el memorándum
permitiría encubrir definitivamente a los iraníes acusados mediante la comisión
que se iba a crear en función del pacto. Pero la comisión ni se instaló, ni se
ratificó el acuerdo por parte de Irán. Por lo tanto, ni los actos preparatorios
existieron".
Para Zaffaroni "hay un problema muy grande en la justicia,
el daño ya está hecho. Esto no es la judicialización de la política, porque eso
es un fenómeno viejo y conocido. Implica que los políticos quieran valerse de
la justicia. Esto es otra cosa: la partidización de la justicia. La justicia ha
perdido todo límite de la relativa imparcialidad que debe observar. Una cosa es
que uno tenga ideología, preferencias, somos seres humanos. Pero el pluralismo
que debe haber dentro de la justicia, que es la única garantía de cierta
imparcialidad, nunca puede llegar a la partidización de esta naturaleza".
"Cuidado, que hablamos de una minoría del poder
judicial. Además existe una mayoría silenciosa, que entiendo que se está
equivocando con su postura de no intervención ante este desprestigio de la
administración de justicia. Acá hay un carro atmosférico que está explotando y
que terminará de cubrir el poco prestigio que aún tiene la justicia, aunque
creo que ya se ha perdido a estas alturas", dijo.
Sostuvo que "es muy difícil después reconstruir la
confianza del pueblo en el derecho, y tiene razón el pueblo en no tener esa
confianza porque cada vez que le mencionaron las instituciones fue para
enroscarle la víbora. Entonces, profundizar esa desconfianza es muy
grave".