Ante la ONU
Ban Ki-Moon llamó a los líderes del mundo a que se detengan las guerras y la violencia
miércoles 24 de septiembre de 2014, 15:54h
El secretario general de la ONU abrió los discursos de la
Asamblea General de ese organismo con un llamamiento a los líderes de todo el
planeta a que devuelvan la esperanza a un mundo golpeado por la guerra y la
violencia.
"Podría parecer que el mundo se está viniendo
abajo", dijo Ban a los jefes de Estado y de Gobierno, en un sombrío
discurso en el que repasó las grandes crisis que se repiten alrededor del
mundo.
El secretario general destacó que desde la II Guerra Mundial
no había en el mundo un número similar de refugiados, demandantes de asilo y
necesidades humanitarias a causa de los conflictos en países como Siria, Irak,
Ucrania y varias naciones africanas.
"Fue un año terrible para los principios consagrados en
la Carta de las Naciones Unidas", señaló Ban.
"Desde bombas racimo a decapitaciones, desde hambrunas
provocadas a asaltos de hospitales, refugios de la ONU y convoyes humanitarios,
los Derechos Humanos y el Estado de derecho están bajo ataque", advirtió.
El diplomático surcoreano recordó que "la diplomacia
está a la defensiva, minada por aquellos que creen en la violencia",
informó la agencia de noticias EFE.
"La diversidad es atacada por extremistas que insisten
en que su fórmula es la única fórmula. El desarme se ve como un sueño
lejano", manifestó.
Entre otros conflictos, Ban se refirió a la última crisis en
Gaza -destacando que la división entre israelíes y palestinos parece "más
profunda que nunca"-, al de Ucrania y a los de Sudán del Sur, la República
Centroafricana y Mali, países donde murieron miles de personas en los últimos
meses.
También a la amenaza que plantean las milicias de Boko Haram
en Nigeria y Al Shabab en Somalia.
Pero sobre todo hizo hincapié en la situación en Irak y
Siria, donde destacó la existencia diaria de actos de barbarie y la desolación
provocada por las organizaciones terroristas.
"Estos grupos extremistas son una clara amenaza a la
paz y la seguridad internacionales que requiere una respuesta con varias
facetas. Necesitamos una acción decisiva para parar las atrocidades y hablar
sobre qué creó la amenaza en un primer momento", afirmó.
Ban urgió a los líderes mundiales a asumir el liderazgo y
devolver la esperanza en un momento en el que el horizonte está
"oscurecido", recordando que en los casos en los que la comunidad
internacional -y sobre todo el Consejo de Seguridad de la ONU- se unieron, se
alcanzaron soluciones.
"La señal de abrocharse el cinturón de seguridad está
encendida en el mundo. Las turbulencias están poniendo a prueba el sistema
multilateral, las instituciones nacionales y las vidas", insistió.
Además de actuar ante los numerosos conflictos, Ban recordó
a los líderes la necesidad de avanzar en un acuerdo global contra el cambio
climático y de detener la expansión del virus del ébola, que a su juicio plantea
una amenaza "sin precedentes".
En el apartado positivo, destacó cómo la pobreza y la
mortalidad infantil y materna se redujeron a la mitad en los últimos años y
aseguró que esos resultados demuestran las posibilidades que existen para
mejorar el mundo.
Para ello, consideró que resulta fundamental reforzar el
papel de la mujer: "No podemos lograr el cien por ciento del potencial del
mundo excluyendo al cincuenta por ciento de la población".