Relaciones entre Argentina y China: el gran salto adelante
domingo 20 de julio de 2014, 11:46h
Un horizonte de mayor equilibrio comercial, el aumento de la
inversión directa entre ambos países, el financiamiento de una logística
integrada, y la profundización de la integración cultural, son las cuatro
aristas más visibles de la visita del presidente Xi Jinping a la Argentina,
junto a los funcionarios más importantes de su gobierno y casi 200 empresarios
chinos.
La vista del presidente de la República Popular China, en el
marco de una extensa gira por América Latina que incluyó su participación en la
cumbre del grupo BRICS en Brasil, fue definida por la presidenta Cristina
Fernández de Kirchner como "un día fundacional" en la relación entre
ambos Estados, tras firmar los acuerdos que incluyen el financiamiento para construir
dos represas hidroeléctricas en Santa Cruz; un crédito por 2.100 millones de
dólares para renovar la empresa Trenes Argentinos Cargas y Logística (ex
Belgrano Cargas); un `swap` por 11.000 millones de dólares, y un convenio marco
de cooperación en materia económica y de inversiones, entre otros compromisos.
Desde el establecimiento de relaciones diplomáticas, el 15
de febrero de 1972, es la cuarta vez que un presidente chino visita la
Argentina (los anteriores fueron Yang
Shangkun en 1990, Jiang Zemin en 2001 y
Hu Jintao en 2004), pero sin dudas la primera en la que se producen resultados
concretos, pensando en la consolidación y ampliación equilibrada de las
relaciones político-comerciales entre los dos países.
A la reunión entre ambos jefes de Estado realizada el
viernes 18 en la Casa de Gobierno con la suscripción de 20 convenios
bilaterales, se sumó hoy la firma de 28 acuerdos o preacuerdos comerciales
entre empresarios argentinos y chinos por 1.500 millones de dólares.
Esta tarde, por orden de ambos presidentes, se llevó a cabo
en la cancillería argentina la `Primera Reunión del Diálogo Estratégico para la
Cooperación y la Coordinación Económica entre Argentina y China`, con el
objetivo de comenzar a poner en marcha los acuerdos sellados ayer, con la
presencia de funcionarios que integran el gabinete argentino y sus pares
chinos, que acompañan al Xi Jinping en su visita oficial al país.
Una fuente calificada del gobierno nacional que participó
del diálogo que se llevó a cabo en el Palacio San Martín, afirmó a este
cronista que se delinearon los primeros pasos en la concreción de los
compromisos acordados, dividiéndolos en "cuatro metas" para llevar
adelante, en el marco de la consolidación de la relación entre ambos países.
La primera de ellas tiene como fin lograr un mayor
equilibrio de carácter comercial y global, diversificando el intercambio
comercial entre ambas naciones y apuntando, del lado argentino, a la colocación
de mayor cantidad de manufacturas de origen agropecuario, desarrollo de
genética animal y tecnología.
En este punto, se planteó incrementar el número de actores
en cada país, para evitar la concentración que se produce actualmente.
"Esto permitirá un equilibrio comercial que se irá dando de carácter
gradual, durante el período 2014-2018", indicó la fuente consultada por
Télam.
En segundo lugar, se planteó la necesidad de aumentar la
inversión directa de China en la Argentina y viceversa, algo que ha venido
aumentado de manera considerable en los últimos años pero que aún, en términos
del volumen total de inversiones, es poco.
El tercer aspecto de la agenda conjunta fue la puesta en
marcha de un financiamiento para la logística integrada, con el
desenvolvimiento de un Banco de Desarrollo que además de respaldar la
construcción de represas hidroeléctricas Néstor Kirchner-Jorge Cepernic y la renovación del Belgrano Cargas, estudie la
necesidad de desarrollar otros proyectos de infraestructura.
La cuarta meta consiste en la profundización de la
integración cultural, que ya tiene en carpeta la creación de dos canales de
televisión, uno de argentina en China y otro chino en nuestro país, y el
intercambio de estudiantes para formación universitaria en áreas especiales.
Por último, las reuniones periódicas que se llevarán
adelante de manera alternativa en ambos países, con cumbres de diálogos bilaterales
para poner en marcha los objetivos comunes, son la llave para poner en
resultados las principales medidas de este gran salto adelante.