Argentina ante una oportunidad histórica
viernes 11 de julio de 2014, 10:52h
Mucho
ha pasado desde aquel 29 de junio de 1986, cuando el seleccionado dirigido por
Bilardo con un Maradona que ratificaba su condición de mejor jugador del
planeta conseguía su último campeonato mundial al vencer justamente a Alemania
en un atrapante partido que definió Jorge Burruchaga sobre el final para poner
el tres a dos definitivo.
Algunos
tuvimos la suerte, de aunque sea por televisión, poder ver ese mundial en el
que Diego convirtió el mejor gol de la historia de los mundiales ante
Inglaterra, justo ante los ingleses, donde se esquivó defensor que se le
cruzara por delante.
Pero
otros no habían nacido, y entre ellos nos encontramos por ejemplo con los
cuatro fantásticos. Messi nació un año después del título -el 24/6/87, o del
Kun Agüero -2/6/88- el mismo Di María -14/2/88- o el Pipita Higuain -10/12/87-,
mismo año también que Chiquito Romero -22/2/87-, y ni hablar de la revelación
Marcos Rojo -23/3/90-. Por eso estos jugadores solo saben de la historia por lo
que pudieron ver por videos, por lo que les contaron sus padres o entrenadores
y son conscientes que están ante una oportunidad histórica de devolverle la
gloria a un país que sabe lo que es ganar un mundial, pero que las nuevas
generaciones están ansiosas por saber de que se trata mostrarle al mundo quien
es el mejor, pero con hecho y no solo palabras.
Esta
ansiedad y alegría se vio reflejada ni bien finalizó la definición por penales
ante Alemania, donde no hubo un sector del país que no saliera a las calles a
festejar la clasificación a la final. No importó el frío y menos que menos que
al día siguiente había que madrugar para ir a trabajar. Solo importó
exteriorizar ese desahogo atragantado por tantos años, en donde pasados los
cuartos de final solo se veía el mundial como si fuera una cosa ajena,
simplemente para ver con bronca como otros, seguramente con menos figuras en
muchos casos, demostraban que jugando en equipo y dejando todo en la cancha se
podía conseguir algo lejano para el seleccionado nacional.
El
plantel aprendió la lección, y se juramentó que esta oportunidad no se podía
escapar. Y si se quedaba afuera no iba a ser justamente por no haber dejado en
la cancha hasta la última gota de sudor.
Quizás
por eso no se está viendo el mejor juego de un equipo plagado de figuras. Con Messi,
el mejor del mundo como estandarte, acompañado por el Kun Agúero, último
campeón en la liga inglesa o el mismo Di María, elegido como figura de la final
de la Copa de Campeones, más el capitán sin cinta Javier Mascherano, el
seleccionador optó por priorizar el aspecto defensivo, consiguiendo los
resultados buscados, dejando invicta la valla de Romero tanto en octavos, como
en cuartos y la semifinal.
Uno
quizás podría pedir un poco de compañía para Messi, que al ser la principal
referencia y casi única carta de triunfo con este esquema, facilita la marca de
los rivales, que ya de por sí lo defienden con dos jugadores como mínimo, al no
tener a quien más marcar, lo presionan aún más.
Todo
indica que Sabella optará por mantener el mismo equipo, con Romero en el arco,
la consolidada defensa con Zabaleta, Demichelis, Garay y Rojo, un mediocampo
combativo, con Enzo Pérez por la derecha -sí o sí resultará clave que se suelte
un poco más- el gran capitán sin cinta Mascherano en el centro, el prolijo Biglia ayudando, más el revulsivo
Lavezzi por la izquierda, y dejando a Messi para ver que puede inventar y al
Pipita Higuain arriba para aprovechar alguna oportunidad que se le presente.
A diferencia de Holanda, seguramente Alemania presionará un poco más arriba, por eso esta vez será muy importante la movilidad de los volantes, donde tanto Enzo Pérez como Lavezzi tendrán que aprovechar los espacios y abrir la cancha para que Messi en el mismísimo Maracaná deje en claro porque es el mejor de todos.
Sabella tendrá como alternativa al Kun Agúero, que aunque no esté al 100% de sus condiciones físicas, nadie puede negar la preocupación que puede causar en la defensa rival tener que marcar a un delantero de esa categoría. Además, sí es por cábala, no hay que olvidar que en la final del 78 Bertoni convirtió el último gol, y en la del 86 fue Burruchaga quien definió el encuentro, por lo que en el 2014 muchos dicen que otro ex Independiente debería convertir para ganar el mundial...
Muchos
piden más audacia, y no se convencen ante estos planteos que presenta el entrenador, pero en un mundial
nada es sencillo, y solo hay que recordar lo que le costó a la maravillosa
España de Iniesta y Xavi, ganar la Copa
en Sudáfrica, donde tuvieron que sufrir y lejos estuvieron de mostrar el gran
juego al que nos tenían acostumbrados.
Todo
está dado para ver una verdadera final, donde los dos grandes favoritos
llegaron al último partido, y es inconcebible como muchos periodistas
argentinos ubican a la Argentina como partenaire ante Alemania, cuando solo se
puede hablar de favoritismo si tomamos en cuenta la instancia semifinal, donde
los europeos pasaron por arriba al peor Brasil de la historia y Argentina
venció por penales al "cuco" holandés.
Hay que
recordar que Alemania salvo ante Brasil y ante una desdibujada Portugal a la
que goleó cuatro a cero en su presentación mundialista, no tuvo grandes
encuentros. Sí repasamos su recorrido, empató ante Ghana por 2 a 2, donde
podría haber perdido perfectamente de no ser por la ingenuidad de los africanos
que desperdiciaron contrataques con superioridad y solo por eso consiguieron la
igualdad. En su último encuentro de la primera fase, venció, no sin dificultad,
a la Estados Unidos de Klisman,por uno a cero, consiguiendo ambos la
clasificación.
En
octavos de final tuvo que ir al alargue ante ¡Argelia! Sí, Argelia, al que
finalizó ganándole por dos a uno, sufriendo hasta el final. En los cuartos de
final superó con autoridad a Francia por uno a cero, demostrando ser un equipo
serio, aunque una vez más tuvo que recurrir a su gran arquero Neuer sobre el
final.
Ante
Brasil se encontró con un gol rápidamente, y eso le sirvió para aprovechar el
desmoronamiento anímico de los locales, y en cinco minutos que quedarán en la
historia, de los 24 a los 30 del primer tiempo, "jugó" con la defensa brasilera
para poner un impensado 5 a 0. Después se relajó, y le hizo precio a los del
marketinero David Luiz, y el 7 a 1 pudo haber sido aún más catastrófico.
Muchos
dicen que esa actuación se da una sola vez en la vida, puede ser cierto, pero
seguro que Sabella tomó nota, y ya de por sí a su esquema conservador le sumará
más atención a las virtudes alemanas y no se dejará sorprender ante la presión
que ejerce en toda la cancha el equipo europeo.
Será
clave que se repita la concentración y entrega de los jugadores, con esa actitud todo ese puede, es una final y como lo dijo Mascherano es el partido más importante de su vida. Sí lo toman así se puede confiar.en este grupo y poder ganar el mundial en Brasil y en el Maracaná, una situación que para el mundo del fútol es imposible de comparar.