Hoy, para los jóvenes, capacitarse es progresar
jueves 22 de mayo de 2014, 19:16h
El programa Progresar fue el proceso natural en el que confluyeron
varios planes y programas de capacitación y formación laboral que, desde el
Ministerio de Trabajo, ayudaron a fortalecer mecanismos de inclusión para
jóvenes.
En 2003 comenzó a definirse un nuevo país. Un nuevo
proyecto. Que tiene, como objetivo -casi obsesivo se podría decir- la
inclusión. La ampliación de derechos. La creación de oportunidades. Esto es, la
construcción de igualdad.
Todas estas premisas se convirtieron en políticas de Estado.
De un Estado que volvió a estar presente en la Argentina. Promoviendo la
generación de empleo. Propiciando una cobertura social inédita en años.
Recuperando fondos que eran utilizados para la especulación y no para crecer.
En esta línea, con esta lógica, la presidenta Cristina
Fernández de Kirchner lanzó el Programa de Respaldo de Estudiantes de
Argentina. Progresar es un nuevo derecho para los que tienen entre los 18 y 24
años que quieran iniciar o completar sus estudios en cualquier nivel educativo.
Es una iniciativa para quienes no están trabajando, para los que trabajan en la
informalidad, o que cobran un salario menor al mínimo vital y móvil. Y que
además su grupo familiar se encuentra en iguales condiciones.
Este no es el final del camino. Pero tampoco el primer paso.
Porque con la creación en 2008 del Programa Jóvenes con Más y Mejor Trabajo se
institucionalizaron mecanismos de promoción y fortalecimiento del empleo de
calidad. Más de 700.000 jóvenes han participado de estos procesos de
orientación e intermediación laboral y fueron apoyados en la búsqueda activa de
empleo. Las acciones de este Programa dieron como resultado que el 34% de
quienes participaron en sus prestaciones se han incorporado a un empleo
asalariado registrado. Y así, mejoraron sustantivamente sus condiciones
laborales. Es conmovedor escuchar cuando nos cuentan sus experiencias. Cómo
están acercándose a retomar la escuela secundaria. Cómo recuperan las
esperanzas con lo que han aprendido en los cursos de formación. Y comienzan a
ver lo que son capaces de hacer. Eso los llena de orgullo. Y a nosotros,
también.
A su vez, el Ministerio de Trabajo buscó centralizar
esfuerzos en la distribución del conocimiento productivo. Y lo logró a través
del sistema de Formación Continua. Una forma privilegiada de acceso al trabajo
registrado y de calidad. Que contó con un buen nivel de compromiso de los
actores sindicales y empresariales. En los últimos diez años, más de 2 millones
y medio de trabajadores y trabajadoras fueron alcanzados por esta política. Una
política que significó recuperar mano de obra calificada para todo el proceso
de desarrollo. Algo que en nuestro país habíamos perdido y que hoy nos vuelve a
enorgullecer. Pero no solo al Gobierno, sino a todos los argentinos.
Todas estas experiencias, estos planes e iniciativas
previas, desembocaron de forma natural en Progresar. Y nos llevan a los más de
un millón y medio de jóvenes que van a poder participar de él. Porque el
Ministerio de Trabajo tiene más de 500 oficinas de empleo y Centros de
Formación Profesional con cursos y talleres de entrenamiento para todos estos
jóvenes. Y mediante esta intermediación laboral se facilitará el acceso al
empleo formal a quienes hoy tienen entre 18 y 24 años y se van a beneficiar
participando de este Programa.
Progresar significa un gran avance. Sólo basta echar una
mirada hacia atrás para recordar y así imaginarse el futuro. Teníamos un país
sin trabajo y ahora tenemos empleo. Con 6 millones de nuevos puestos. Teníamos
jubilados abandonados y ahora tenemos dos millones y medio de personas que se
incorporaron a una movilidad jubilatoria cada seis meses. Teníamos una niñez
vulnerable sin atención y ahora más de tres millones y medio de chicos cuentan con la Asignación Universal
por Hijo con cobertura social, educación y salud. Lo mismo que las embarazadas.
No teníamos capacitación y hoy la tenemos. Con los adultos y con los jóvenes.
Progresar es un nuevo aporte a la construcción de un piso de
protección social en el que junto a otros organismos del Estado, el Ministerio de
Trabajo podrá impulsar su experiencia en la capacitación - junto a las
organizaciones empresarias y sindicales - y aportar su presencia territorial
para facilitar la inserción laboral de los jóvenes.
El proyecto que encarna nuestro Gobierno tiene una característica
que lo identifica: cada iniciativa preanuncia la próxima. Primero, fueron los
adultos y el trabajo. Después los chicos. Y las madres. Ahora, los jóvenes.
Claramente, en tiempo presente, estamos hablando de futuro. Porque hoy, para
los jóvenes, capacitarse es progresar
Carlos Tomada
Ministro de Trabajo de la Nación