Terroristas asquerosos
Por
Javier Fernández Arribas
miércoles 14 de mayo de 2014, 23:56h
Hace mucho tiempo que escribí con toda la argumentación que
fui capaz de aportar que un terrorista era un terrorista y que no hacía falta,
al revés era contraproducente acompañar de algún calificativo su mención. Me
refería entonces a los llamados por la prensa "lobos solitarios", a
la hora de denominar a aquellos terroristas que actúan solos, algo que es
totalmente falso puesto que siempre tienen el hilo conductor de internet para
guiar sus macabros objetivos. Además, los medios de comunicación otorgan un
cierto halo de misterio a forma de leyenda que únicamente beneficia al
terrorista que tiene como misión sembrar el miedo y el terror en la sociedad
para conseguir sus objetivos totalitarios.
En esta ocasión, me van ustedes a disculpar; y yo mismo debo
corregirme en este aspecto pero creo que los terroristas del grupo nigeriano
Boko Haram se merecen el calificativo de asquerosos, por no pensar en otra
palabra que a usted y a mí se nos ocurre continuamente y que afectaría el honor
de su madre que bastante tiene con tener un hijo que se dedica a asesinar a
personas inocentes y a raptar niñas para venderlas y prostituirlas. Siempre hay
algo en este mundo que te puede sorprender y, sobre todo, indignar hasta lo más
profundo del alma y del espíritu de un ser humano al ver que hay malnacidos que
se comportan mucho peor que cualquier animal salvaje. Pero debemos buscar el
origen del problema. África no ha estado casi nunca en la agenda internacional,
solo para explotar sus riquezas en materias primas en beneficio de los más
desarrollados.
Ahora nos encontramos con una situación un poco mejor por el
crecimiento de algunas regiones pero existen zonas donde los grupos terroristas
pretenden imponer sus ideas que no son otras que las del imperio del terror y
todo el poder y el dinero para ellos con la falsa justificación de una
interpretación partidista e interesada del Islam. En Nigeria, los ataques han sido constantes
durante meses, sobre todo contra la comunidad cristiana, y en la región del
Sahel, tropas europeas impidieron militarmente la caída de Malí en manos de
grupos terroristas. Este es un problema internacional donde todos deben dedicar
muchos esfuerzos para atajarlo. La
tragedia de las niñas puede despertar muchas conciencias.