Guardadas en Estados Unidos
Divulgan imágenes inéditas de los vuelos de la muerte
domingo 30 de marzo de 2014, 23:24h
Llevaban más de 30 años guardadas en Estados Unidos, pero
una petición de investigación del juez federal argentino Sergio Torres, ha
sacado a la luz imágenes inéditas de "los vuelos de la muerte", una
práctica de exterminio que las dictaduras militares de Argentina y Uruguay
utilizaron entre los años 1976 y 1983 para hacer desaparecer a los opositores
políticos.
Las fotografías
corresponden a 20 cadáveres aparecidos en las playas de Uruguay entre 1976 y
1979 y se cree que fueron hechas por peritos de las fuerzas armadas o la
policía uruguaya. Todos los cuerpos tenían ataduras en las manos y los pies
atados con cintas y cables. En la piel mostraban signos de torturas con
"picana". Algunos rostros estaban destruidos a golpes.
En el juzgado de
Torres entienden que esas imágenes dan cuenta de las condiciones en que se
encontraban las víctimas y cómo eran arrojadas al mar desde aviones. Los
informes daban casi por hecho que provenían de la Argentina.
A veces por la ropa
de una determinada marca, o por las corrientes marítimas se consignaba que
Buenos Aires era el posible punto de origen, revela Infojus, agencia de
noticias jurídicas del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Argentina.
Entre las imágenes
está la de una mujer con lesiones por violación, encontrado en la uruguaya Laguna de Rocha el
22 de abril de 1976. Otra mujer tenía entre sus ropas un documento de identidad
que mencionaba la fecha de nacimiento en 1954. Y algunos de los cuerpos
guardaban en los bolsillos monedas y billetes de esa época en Argentina.
DEVOLVER LOS RESTOS A LAS FAMILIAS
A partir del
hallazgo de estos legajos, el juez federal Sergio Torres intenta ahora dar un
paso más y rastrear dónde están esos cuerpos que podrían ser los de 21
desaparecidos, con la expectativa de identificarlos y poder devolver los restos
a sus familias.
Para eso, días
atrás firmó un exhorto que será enviado a Uruguay con un pedido de apertura de
todos los archivos judiciales, del Poder Ejecutivo y de las Fuerzas Armadas y
de seguridad que puedan ayudar a reconstruir lo que sucedió desde el momento en
que esas personas sin vida fueron recogidas de las aguas.
Las imágenes han
sido desveladas después de que el magistrado argentino a cargo de la investigación sobre los
crímenes cometidos en la ESMA (Escuela de Mecánica de la Armada), viajara en
octubre pasado a Estados Unidos para consultar documentación del archivo de la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en especial aquella
vinculada con la visita de ese organismo a la Argentina en 1979.
Allí había más de
treinta cajas, que parecían haber permanecido sin abrir desde entonces. El juez
revisó una por una y encontró una carpeta amarilla con un centenar de
fotografías que acompañaban informes sobre cuerpos que aparecieron, al parecer,
entre 1976 y 1978, cerca de distintos pueblos de la costa uruguaya.
"DESTROZO TOTAL DEL CRÁNEO"
Los reportes
estaban escritos a máquina, por agentes de inteligencia de la Prefectura
uruguaya y algunos por peritos. Incluían descripciones como la siguiente:
cuerpo femenino, cutis blanco, cabello negro, estatura 1,60 metro, complexión
mediana, unos treinta años, tiempo de muerte aproximado de entre 20 y 25 días.
"Indicios
externos de violencia: signos de violación, probablemente con objetos
punzantes; fracturas múltiples y el codo izquierdo destrozado; múltiples
fracturas en ambas piernas con indicios de haber sido atadas; enorme cantidad
de hematomas diseminados por todo el cuerpo; destrozo total del cráneo y del
macizo oseofacial", añadía.
Otro parte hablaba
de "fractura de muñecas, como si hubiera estado colgada de ellas;
quemaduras en ambas manos; derrame sanguíneo interno provocado por la rotura de
vértebras" y "zona pubiana, anal y perianal destrozada con objetos
punzantes".
La prueba
irrefutable de los "vuelos de la muerte" salió a la luz en 2005
cuando el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) identificó unos
cadáveres aparecidos en 1977 en la costa bonaerense, señala Infojus.
Se trataba de la
fundadora de Madres de Plaza de Mayo, Azucena Villaflor de Devincenti, sus
compañeras Esther Ballestrino de Careaga, María Ponce de Bianco y Angela Aguad
y la monja francesa Leonie Duquet, que habían sido secuestradas entre el 8 y el
10 de diciembre.
Los cadáveres
aparecieron seis días después en las playas de Santa Teresita, arrastrados por
la corriente marina, y fueron inhumados como 'NN' (nombre desconocido) en el
cementerio de General Lavalle.