Una situación que causa tristeza
España es el segundo país de la Unión Europea con más pobreza infantil
jueves 27 de marzo de 2014, 16:14h
España es el segundo país de la Unión Europea (UE) con el
mayor índice de pobreza infantil, superado solo por Rumanía, según revela el
informe de Cáritas Europa, presentado hoy en Atenas, sobre el impacto social de
las medidas de austeridad aplicadas en los países más golpeados por la crisis.
"Las medidas de austeridad han fallado a la hora de
solucionar los problemas y generar crecimiento", afirmó el secretario
general de Cáritas Europa, el español Jorge Nuño, durante la presentación del
informe.
En España, el riesgo de pobreza entre los niños menores de
18 años se situó en 2012 en el 29,9 %, casi nueve puntos por encima de la media
de la UE, que estuvo en el 21,4 %, según datos de 2013 de Eurostat.
De 2011 a 2012, la tasa de pobreza en este sector de
población aumentó del 15,6 % al 19,4 %.
Por personas en riesgo de pobreza o exclusión social se
entienden las que dispone de solo un 60 % del ingreso medio del resto de la
población; las que tienen entre el 40 % y el 50 % son catalogadas como
"pobres" y las con menos del 40 % se encuentran en situación de
"pobreza extrema".
Estas cifras sitúan a España, junto con Rumanía, a la cabeza
de los países con mayor índice de pobreza infantil, seguidos por Bulgaria y
Grecia, en tercer y cuarto lugar respectivamente.
"La gente más vulnerable es la que está pagando las
consecuencias de la crisis", destacó Nuño.
El informe alerta de que España tiene la mayor tasa de
abandono escolar prematuro de la UE, un 24,9 % frente a un 12,7 % de media
europea en 2012.
Aunque entre 2009 y 2012 se produjo un descenso del abandono
escolar prematuro, éste sigue siendo un problema importante, especialmente en
algunas regiones como Andalucía, donde la tasa es superior al 30 %.
El dato es alarmante si se tiene en cuenta que la educación
se postula como el sistema capaz de combatir la transmisión intergeneracional
de la pobreza, dice el informe.
Cáritas define a la población española como una de las más
afectadas por la crisis económica, pues mientras la tasa de pobreza media entre
países comunitarios fue del 25,1 % en 2012, España registró un 28,2 %, lo que
se traduce en alrededor de 13 millones de personas en esta situación.
Otro de los sectores de población especialmente afectados
por la crisis es el de las personas mayores, pues la pobreza entre ellas ha
sufrido un aumento significativo, del 7 % en 2008 al 10,6 % en 2012.
A esto hay que añadir, como recoge el informe, que en muchos
hogares son las pensiones de los abuelos los únicos ingresos de la familia.
El estudio revela, además, que el 12 % de la población
española que trabaja no gana suficiente para escapar de la pobreza en un país
que, junto con Grecia, ha experimentado el mayor incremento del desempleo desde
el inicio de la crisis.
Como consecuencia, muchos ciudadanos se han visto obligados
a buscar trabajo en el extranjero, por lo que en 2011 la emigración se cifró en
el 1,1 % de la población española.
El responsable de Cáritas Europa recordó que en España hay
más de 6 millones de personas sin trabajo y se refirió a los jóvenes que no
podrán recibir una pensión adecuada por no haber trabajado el tiempo suficiente
como la "generación pérdida", cuya actual situación tendrá un
"impacto enorme" en su futuro.
Cáritas menciona también una investigación de la revista
médica British Medical Journal sobre los recortes en el sistema sanitario
español, que a pesar de tener uno de los gastos sanitarios más bajos de la UE,
ha visto disminuida su inversión, con el efecto que esto puede ocasionar en la
salud de los ciudadanos.
En relación con su trabajo de asistencia social, la sección
española de Cáritas hace una observación sobre los últimos años de crisis en
relación con el perfil de personas que solicitan su ayuda.
Si al principio eran más las personas inmigrantes las que
acudían a sus centros, desde 2010 es mayor el número de ciudadanos españoles
que se acerca hasta ellos.
Se trata de mujeres, parejas jóvenes con hijos y familias
monoparentales que se encuentran en riesgo de exclusión social al quedarse sin
casa ni ingresos.
Asimismo, Cáritas critica la disminución de las prestaciones
sociales por parte del Estado, lo que ha llevado a las organizaciones no
gubernamentales a redoblar sus esfuerzos para intentar paliarla.
La organización denuncia que España es una de las sociedades
más desiguales de Europa, a lo que contribuye el aumento de los impuestos
indirectos, que no discriminan en función de la renta, y que ha provocado, al
igual que en otros países como Grecia, un mayor empobrecimiento de los hogares
con menos ingresos.
Esta situación ha comportado un aumento de los trastornos
depresivos, de los problemas con el alcohol y los suicidios en España y Grecia,
que se han disparado desde el comienzo de la crisis.